Por la puerta de Efraín había empezado a salir un tropel de perros , ladrando lastimeramente . Yo sabía que había canes en Jerusalén , pero nunca creí que fueran tantos . Parecían nerviosos , muy excitados y , sobre todo , atemorizados . Como si algo o alguien les hubiera puesto en fuga repentinamente . Pero ¿ Quién ?
Longino y yo nos miramos sin comprender e igualmente alarmados . ¿ Qué estaba ocurriendo en Jerusalén ?
Los chuchos cruzaron a la carrera por delante del peñasco , en dirección a los campos del norte y noroeste . Algunos , jadeantes y husmeando el terreno sin cesar , treparon a lo alto del Gólgota , pero fueron rápidamente expulsados por los soldados .
A los pocos segundos , una comunicación desde la << cuna >> me estremecia , explicando en parte el anómalo comportamiento de aquellos animales : los sensores de abordo habían empezado a detectar una serie de gases , con alto contenido de azufre , así como un ligero incremento de la temperatura a nivel del suelo .
Eliseo no estaba seguro pero era posible que se avecinara un movimiento sísmico . Aquella hipótesis sí podía aclarar en parte la inquietud de las aves y perros . ( Los animales , y también el hombre , aunque en una proporción menor , tienen capacidad para inhalar los gases que frecuentemente preceden al estallido de un terremoto . Al registrarse las primeras pertubaciones en el interior de la tierra , los gases son expulsados a través de las estrechas fisuras del suelo y los animales pueden inhalarlos . éstos segregan al instante en sus cerebros un volumen de serotoninas muy superior al normal y las citadas hormonas disparan los mecanismos de excitabilidad del individuo . En el caso de los perros , habían salido huyendo , retirandose de las peligrosas áreas de edificios de Jerusalén .)
Sin embargo , los dos sismógrafos << teledyne >> y << Geotech >> , instalados por caballo de Troya para medir y valorar el terremoto a que hace alusión el evangelista Mateo en su texto sagrado - y del que yo , sinceramente me había olvidado por completo -, no registraban señal alguna .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Longino y yo nos miramos sin comprender e igualmente alarmados . ¿ Qué estaba ocurriendo en Jerusalén ?
Los chuchos cruzaron a la carrera por delante del peñasco , en dirección a los campos del norte y noroeste . Algunos , jadeantes y husmeando el terreno sin cesar , treparon a lo alto del Gólgota , pero fueron rápidamente expulsados por los soldados .
A los pocos segundos , una comunicación desde la << cuna >> me estremecia , explicando en parte el anómalo comportamiento de aquellos animales : los sensores de abordo habían empezado a detectar una serie de gases , con alto contenido de azufre , así como un ligero incremento de la temperatura a nivel del suelo .
Eliseo no estaba seguro pero era posible que se avecinara un movimiento sísmico . Aquella hipótesis sí podía aclarar en parte la inquietud de las aves y perros . ( Los animales , y también el hombre , aunque en una proporción menor , tienen capacidad para inhalar los gases que frecuentemente preceden al estallido de un terremoto . Al registrarse las primeras pertubaciones en el interior de la tierra , los gases son expulsados a través de las estrechas fisuras del suelo y los animales pueden inhalarlos . éstos segregan al instante en sus cerebros un volumen de serotoninas muy superior al normal y las citadas hormonas disparan los mecanismos de excitabilidad del individuo . En el caso de los perros , habían salido huyendo , retirandose de las peligrosas áreas de edificios de Jerusalén .)
Sin embargo , los dos sismógrafos << teledyne >> y << Geotech >> , instalados por caballo de Troya para medir y valorar el terremoto a que hace alusión el evangelista Mateo en su texto sagrado - y del que yo , sinceramente me había olvidado por completo -, no registraban señal alguna .
Autor :J.J.benitez
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Antonio Martinez
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