Al comprender que sus piernas habían empezado a fallar , El Maestro - presa de las primeras convulsiones y espasmos musculares , propios de la incipiente pero irreversible tetanización - forzó las articulaciones de los codos , al tiempo que , , ' buscando apoyo ! , en los clavos de las muñecas , pedía a la musculatura de sus antebrazos que le sirviera de puente para elevar , a su vez , la de los hombros .
Entre jadeos , inspiraciones y lamentos entrecortados - provocados por el roce o aplastamiento de los nervios medianos de las muñecas con el metal que perforaba sus carpos - , aquel ejemplar humano venció al fin la fuerza de la gravedad , izándose sobre si mismo y relajando el diafragma . Los deltoides , duros como piedrs , transformaron sus hombros en << manos >> y la bocfa del Nazareno se abrió temblorosa , ganando a medias la batalla de la inspiración del aire polvoriento que nos azotaba .
Al obsevar el titánico esfuerzo de Jesús , el << zelota >> que le había defendido volvió a hablarle :
- ¡ Señor ! - le dijo con voz suplicante -. ¡ Acuerdate de mi .. cuando entres en tu reino !
Y al tiempo que expulsaba parte del airerobado en la última inhalación , el Galileo , conlas arterias del cuello tensas como tablas , acertó a responder :
- De verdad ... hoy te digo ... que algún día estarás junto a mí .. en el paraiso ...
Los músculos de los hombros , brazos y antebrazos se vinieron abajo y con ellos , toda la masa corporal del Nazareno , que quedó nuevamente doblado << en sierra >> y sin esperanzas inmediatas de repetir semejante y agotador << trabajo >>.
Por mi parte , en vista de la acelerada degradación del organismo del gigante , me dispuse a acoplar sobre mis ojos las << crótalos >> e iniciar una de las más delicadas y vitales operaciones de seguimiento mádico de aquella misión .
Pero dos hechos - uno de ellos absolutamente imprevisto y desconcertante - retrasarían esta nueva exploració del cuerpo del Galileo .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Entre jadeos , inspiraciones y lamentos entrecortados - provocados por el roce o aplastamiento de los nervios medianos de las muñecas con el metal que perforaba sus carpos - , aquel ejemplar humano venció al fin la fuerza de la gravedad , izándose sobre si mismo y relajando el diafragma . Los deltoides , duros como piedrs , transformaron sus hombros en << manos >> y la bocfa del Nazareno se abrió temblorosa , ganando a medias la batalla de la inspiración del aire polvoriento que nos azotaba .
Al obsevar el titánico esfuerzo de Jesús , el << zelota >> que le había defendido volvió a hablarle :
- ¡ Señor ! - le dijo con voz suplicante -. ¡ Acuerdate de mi .. cuando entres en tu reino !
Y al tiempo que expulsaba parte del airerobado en la última inhalación , el Galileo , conlas arterias del cuello tensas como tablas , acertó a responder :
- De verdad ... hoy te digo ... que algún día estarás junto a mí .. en el paraiso ...
Los músculos de los hombros , brazos y antebrazos se vinieron abajo y con ellos , toda la masa corporal del Nazareno , que quedó nuevamente doblado << en sierra >> y sin esperanzas inmediatas de repetir semejante y agotador << trabajo >>.
Por mi parte , en vista de la acelerada degradación del organismo del gigante , me dispuse a acoplar sobre mis ojos las << crótalos >> e iniciar una de las más delicadas y vitales operaciones de seguimiento mádico de aquella misión .
Pero dos hechos - uno de ellos absolutamente imprevisto y desconcertante - retrasarían esta nueva exploració del cuerpo del Galileo .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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