No pude evitar un sentimiento de admiración . Aquel hombre , en el declive de su vida , era capaz de continuar - del modo que fuera - hacia su propio fin....
Longino había elegido el perímetro exterior de la muralla norte,evitando así las multitudinarias calles de jerusalén y , al mismo tiempo , acortanto el camino .
A pesar de ello , el agotamiento físico , y estimo que mental , de Jesús estaba rozando nuevamente el estado de shock . Las puntas de sus dedos habán empezado a teñirse con una tonalidad violácea , señal inequívoca de una pésima circulación en sus extremidades superiores , fruto del agarrotamiento prolongado . Aunque fue imposible verificarlo en aquellos angustiosos momentos , era más que seguro que sus brazos y hombros hubieran iniciado una tetanización , sumando con ello un nuevo y punzante dolor , consecuencia de la progresiva cristalización de los microscópicos cristales de ácido láctico de sus musculos . ( Este proceso de tetanización sería uno de los más arduos suplicios a que debería enfrentarse el Maestro durante los primeros minutos de la crucifixión . )
Con la cabeza y el tronco flexionados , el Galileo fue ganando cada paso de terreno , envuelto en oleadas de arena y levantando en cada arrastre de sus rodillas pequeñas columnas de polvo . La sangre que empapaba su túnica fue cargándose de tierra , así como sus cabellos , barba y rostro .
La respiración fue haciéndose más y más rápida y , cuando había ganado otros otros cincuenta escasos metros , un sudor frío bañó las sienes y cuello . Jesús avanzaba ya con movimientos muy bruscos , casi a sacudidas , con una típica marcha << espastica >> , consecuencia de la rigidez muscular.
De pronto le vi levantar el rostro por dos veces procurando inhalar un maxímo de aire . Y sin que nadie pudiera evitarlo se desplomó , estrellándose contra el terreno .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Longino había elegido el perímetro exterior de la muralla norte,evitando así las multitudinarias calles de jerusalén y , al mismo tiempo , acortanto el camino .
A pesar de ello , el agotamiento físico , y estimo que mental , de Jesús estaba rozando nuevamente el estado de shock . Las puntas de sus dedos habán empezado a teñirse con una tonalidad violácea , señal inequívoca de una pésima circulación en sus extremidades superiores , fruto del agarrotamiento prolongado . Aunque fue imposible verificarlo en aquellos angustiosos momentos , era más que seguro que sus brazos y hombros hubieran iniciado una tetanización , sumando con ello un nuevo y punzante dolor , consecuencia de la progresiva cristalización de los microscópicos cristales de ácido láctico de sus musculos . ( Este proceso de tetanización sería uno de los más arduos suplicios a que debería enfrentarse el Maestro durante los primeros minutos de la crucifixión . )
Con la cabeza y el tronco flexionados , el Galileo fue ganando cada paso de terreno , envuelto en oleadas de arena y levantando en cada arrastre de sus rodillas pequeñas columnas de polvo . La sangre que empapaba su túnica fue cargándose de tierra , así como sus cabellos , barba y rostro .
La respiración fue haciéndose más y más rápida y , cuando había ganado otros otros cincuenta escasos metros , un sudor frío bañó las sienes y cuello . Jesús avanzaba ya con movimientos muy bruscos , casi a sacudidas , con una típica marcha << espastica >> , consecuencia de la rigidez muscular.
De pronto le vi levantar el rostro por dos veces procurando inhalar un maxímo de aire . Y sin que nadie pudiera evitarlo se desplomó , estrellándose contra el terreno .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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