Longino repitió la maniobra pero , en esta ocasión , los apergaminados labios apenas rozaron el cierre esponjoso de la cántara . El centurión hizo oscilar la antorcha a la altura de la cara del Galileo , con lentos movimientos de derecha a izquierda . Pero la pupila , muy dilatada , no llegó a moverse . ¡ Jesús había empezado a perder la visión ! La mirada vidriosa me hizo pensar en la posible formación de un edema papilar o inchazón del nervio óptico en el fondo de aquel ojo , seguramente como consecuencia de la hipertensión intracraneal o por el menor flujosanguíneo en aquella región de la cabeza .
El oficial examinó detenidamente el rostro del rabí . Su nariz , a pesar del hematoma y la posible desviación o fractura de los huesos propios , había empezado a adquirir un sombreado afilado ( signo inequívoco de la fase premortal ). También sus cuencas orbitales se hallaban más acusadas , registrándose un hundimiento de la bolsa adiposa del pómulo derecho . El izquierdo se hallaba tan tumemfacto y ensagrentado que resultaba imposible distinguir señal alguna .
- ... Éste - comentó Longino - está listo .
Y retornó junto a sus hombres , moviendo la cabeza con un cierto desaliento .
Me situé en cuclillas y dirigí el finísimo laser rojizo por debajo del último segmento del esternón o apéndice xifoides , procurando evitar así el choque de los ultrasonidos con las costillas falsas y flotantes . Al encontrar la masa esponjosa y elástica de los pulmones , la catástrofe respiratoria apareció en todo su dramatismo . El pulmón izquierdo se hallaba casi colapsado , a causa de un derrame pleural . Los latigazos y sucesivos golpes y patadas en los costados - y concretamento en el izquierdo - habían originado , sin duda , la acumulación de líquido en la parte inferior del << saco >> pleural que envuelve el pulmón.
Al medir los más importantes parámetros de la respiración de Jesús de Nazaret , la computadora encargada de las valoraciones y registros estimó que , en aquellos momentos ( 14,40 horas ) , tal y como suponía , la capacidad vital del galileo se hallaba en fase crítica : con un déficit superior al 70 por 100.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
El oficial examinó detenidamente el rostro del rabí . Su nariz , a pesar del hematoma y la posible desviación o fractura de los huesos propios , había empezado a adquirir un sombreado afilado ( signo inequívoco de la fase premortal ). También sus cuencas orbitales se hallaban más acusadas , registrándose un hundimiento de la bolsa adiposa del pómulo derecho . El izquierdo se hallaba tan tumemfacto y ensagrentado que resultaba imposible distinguir señal alguna .
- ... Éste - comentó Longino - está listo .
Y retornó junto a sus hombres , moviendo la cabeza con un cierto desaliento .
Me situé en cuclillas y dirigí el finísimo laser rojizo por debajo del último segmento del esternón o apéndice xifoides , procurando evitar así el choque de los ultrasonidos con las costillas falsas y flotantes . Al encontrar la masa esponjosa y elástica de los pulmones , la catástrofe respiratoria apareció en todo su dramatismo . El pulmón izquierdo se hallaba casi colapsado , a causa de un derrame pleural . Los latigazos y sucesivos golpes y patadas en los costados - y concretamento en el izquierdo - habían originado , sin duda , la acumulación de líquido en la parte inferior del << saco >> pleural que envuelve el pulmón.
Al medir los más importantes parámetros de la respiración de Jesús de Nazaret , la computadora encargada de las valoraciones y registros estimó que , en aquellos momentos ( 14,40 horas ) , tal y como suponía , la capacidad vital del galileo se hallaba en fase crítica : con un déficit superior al 70 por 100.
Autor : J.J.benitez
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Antonio Martinez
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