Eliseo , impaciente , me acosó a preguntas . Pero divertido , guardé silencio , mortificándolon .
Extraje las lentes de contacto y , ajustandolas le invitéa que me acompañara . Lo hizo receloso
A una distancia prudencial me detuve . Y alimentando la farsa , conteniendo la risa como pude , indiqué con el dedo que guardara silenciom .
Los cuatro ojos , ante la proximidad de los intrusos , se << apagaron >> por segunda vez.
Eliseo , descompuesto , señaló el extremo superior de la << vara de Moisés >> . Asentí . Y , deslizando los dedos el clavo de los ultrasonidos , hice como si me preparara para un inminente ataque .
Una oportuna tanda de silbidos multiplicó la tensión ...
Y los ojos , calculadores , aparecieron de nuevo ante el perplejo ingeniero
La visión infrarroja , efectivamente , ratificó las sospechas iniciales . Dos cuerpos calientes , ahora rojos , de unos treinta centímetros de altura , surgieron nitidos entre las ramas .
No lo dudé . Pulsé el clavo y el finísimo << cilindro >> de luz coherente fue a impactar en el centro de la << plateada >> cara de uno de los ejemplares . El leve choque fue suficiente para descontrolarlo . Y saltando del árbol , emitiendo un agudo chillido , voló directo hacia Eliseo . El segundo , presintiendo el peligro , siguió al compañero . Y ambos nos rebasaron como una exhalación , peinando nuestras cabezas .
Las risas de quien esto escribe , incontenibles , pusieron al tanto a mi hermano . Y durante un buen rato tuve que sufrir - merecidamente , lo reconozco - toda clase de improperios y maldiciones ( esta vez en inglés , por supuesto ).
La pequeña broma , sin embargo , nos alivió . El bosque , como iríamos comprobando , era un hervidero de rapaces nocturnas , murciélagos y cigüeñas blancas . Estas últimas - como reza el libro de los Salmos -, asentadas en lo más alto de los berosh
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Extraje las lentes de contacto y , ajustandolas le invitéa que me acompañara . Lo hizo receloso
A una distancia prudencial me detuve . Y alimentando la farsa , conteniendo la risa como pude , indiqué con el dedo que guardara silenciom .
Los cuatro ojos , ante la proximidad de los intrusos , se << apagaron >> por segunda vez.
Eliseo , descompuesto , señaló el extremo superior de la << vara de Moisés >> . Asentí . Y , deslizando los dedos el clavo de los ultrasonidos , hice como si me preparara para un inminente ataque .
Una oportuna tanda de silbidos multiplicó la tensión ...
Y los ojos , calculadores , aparecieron de nuevo ante el perplejo ingeniero
La visión infrarroja , efectivamente , ratificó las sospechas iniciales . Dos cuerpos calientes , ahora rojos , de unos treinta centímetros de altura , surgieron nitidos entre las ramas .
No lo dudé . Pulsé el clavo y el finísimo << cilindro >> de luz coherente fue a impactar en el centro de la << plateada >> cara de uno de los ejemplares . El leve choque fue suficiente para descontrolarlo . Y saltando del árbol , emitiendo un agudo chillido , voló directo hacia Eliseo . El segundo , presintiendo el peligro , siguió al compañero . Y ambos nos rebasaron como una exhalación , peinando nuestras cabezas .
Las risas de quien esto escribe , incontenibles , pusieron al tanto a mi hermano . Y durante un buen rato tuve que sufrir - merecidamente , lo reconozco - toda clase de improperios y maldiciones ( esta vez en inglés , por supuesto ).
La pequeña broma , sin embargo , nos alivió . El bosque , como iríamos comprobando , era un hervidero de rapaces nocturnas , murciélagos y cigüeñas blancas . Estas últimas - como reza el libro de los Salmos -, asentadas en lo más alto de los berosh
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto