Aquellas primeras palabras fueron trazadas en arameo , de derecha a izquierda . Tenían unos 30 milímetros de altura y ocupaban toda la superior de la tablilla .
Poncio volvió a dudar . Parecía no saber que añadir . En realidad , él era consciente de la falsedad de aquellas acusaciones y , logicamente , acababa de tropezar con un serio problema .
El << zelota >> más joven levantó la cabeza y con el rostro sudoroso y descompuesto buscó a Jesús . Después , a pesar de los tirones de su guardian , se arrastró sobre sus rodillas hasta el rabí . Y al llegar a sus pies , en medio de una lluvia de furiosos latigazos , hundió la cara en los goterones de sangre que se escapaban por el filo de la túnica del rabí , exclamando entre sollozos :
- ¡ Maestro .... ! ¡ Ten misericordia de nosotros ....! ¡ No nos dejes morir !
Jesús entreabrió sus inflamados y amoratados ojos , mirando a aquel desdichado con una infinita ternura . Pero , antes de que pudiera responderle , el soldado que sujetaba la cuerda de este reo propinó al Maestro un violento empujón , haciéndole retroceder y tambalearse . Uno de los sayones dirigió entonces su flagrum hacia Cristo , dispuestoa herirle , pero Civilis , atento a cuanto ocurria , se interpuso , sosteniendo al Nazareno por las axilas y evitando que se desplomase .
A continuación se volvió hacia el pelotón , ordenándoles que no flagelasen al << rey de los judíos >>
- éste ha recibido ya su castigo - manifestó .
Los verdugos prosiguieron su despiadado ataque , abriendo nuevas heridas sobre las espaldas , piernas y costados de los << zelotas >> . Mientras el que se habia aproximado al galileo seguía de rodillas , con la cabeza clavada sobre las losas , su compañero , en un arranque de desesperación , se incorporó lanzando un frenético puntapié contra el vajo vientre de uno de sus fustigadores . El romano se dobló como un muñeco , cayendo al suelo entre aullidos de dolor .
Poncio , de espaldas a aquella sanguinaria escena , volvió a escribir ;
<< ... Rey de los Judíos . >>.
Juan , por tanto , era el único evangelista que habia sido absolutamente fiel en la transcripción del INRI ( << Jesús Nazarenus Rex Judaeorum >>).
Autor : J.J. benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Poncio volvió a dudar . Parecía no saber que añadir . En realidad , él era consciente de la falsedad de aquellas acusaciones y , logicamente , acababa de tropezar con un serio problema .
El << zelota >> más joven levantó la cabeza y con el rostro sudoroso y descompuesto buscó a Jesús . Después , a pesar de los tirones de su guardian , se arrastró sobre sus rodillas hasta el rabí . Y al llegar a sus pies , en medio de una lluvia de furiosos latigazos , hundió la cara en los goterones de sangre que se escapaban por el filo de la túnica del rabí , exclamando entre sollozos :
- ¡ Maestro .... ! ¡ Ten misericordia de nosotros ....! ¡ No nos dejes morir !
Jesús entreabrió sus inflamados y amoratados ojos , mirando a aquel desdichado con una infinita ternura . Pero , antes de que pudiera responderle , el soldado que sujetaba la cuerda de este reo propinó al Maestro un violento empujón , haciéndole retroceder y tambalearse . Uno de los sayones dirigió entonces su flagrum hacia Cristo , dispuestoa herirle , pero Civilis , atento a cuanto ocurria , se interpuso , sosteniendo al Nazareno por las axilas y evitando que se desplomase .
A continuación se volvió hacia el pelotón , ordenándoles que no flagelasen al << rey de los judíos >>
- éste ha recibido ya su castigo - manifestó .
Los verdugos prosiguieron su despiadado ataque , abriendo nuevas heridas sobre las espaldas , piernas y costados de los << zelotas >> . Mientras el que se habia aproximado al galileo seguía de rodillas , con la cabeza clavada sobre las losas , su compañero , en un arranque de desesperación , se incorporó lanzando un frenético puntapié contra el vajo vientre de uno de sus fustigadores . El romano se dobló como un muñeco , cayendo al suelo entre aullidos de dolor .
Poncio , de espaldas a aquella sanguinaria escena , volvió a escribir ;
<< ... Rey de los Judíos . >>.
Juan , por tanto , era el único evangelista que habia sido absolutamente fiel en la transcripción del INRI ( << Jesús Nazarenus Rex Judaeorum >>).
Autor : J.J. benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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