Al acercarnos descubrimos con espanto el motivo de semejante estrépito.
Eliseo , prudente , sugirió que no continiáramos avanzando . Tenía razón . Las aves , fuera de si , podían suponer una amenaza . Los corpulentos buitres leonados , de cabezas y cuellos blancos y pelados , nos observaron nerviosos y desafiantes . A su alrededor , sobrevolándolos o intentando aproximarse con cortas y bien estudiadas carreras , se disputaban la << pitanza >> todo un ejercito de correosas y manchadas gaviotas reidoras , cornejas cenicientas y funerarios cuervos de hasta un metro de envergadura . La pelea , sin embargo , era desigual . A pesar de la evidente superioridad de los diez o quince << leonados >> , los cientos de implacables competidores , atacando por todos los ángulos , terminaban invadiendo el << territorio >> de los buitres , sacando tajada de las mutiladas << victimas >>.
De pronto , empujado por el incesante aleteo de los carroñeros , nos vimos asaltados por una peste pútrida . Y retrocedimos . Ya habíamos visto y comprendido ...
Al filo del camino , como una advertencia , las autoridades de la Galaunitis - puede que los kittim - habían abandonado los cuerpos de tres posibles maleantes o bandoleros . Aparecían sentados , espalda con espalda , y firmemente sujetos con una cadena . No debían llevar muertos mucho tiempo . Las aves , voraces y despiadadas , medio los ocultaban con sus alas , desgarrándolos y vaciándoles las entrañas . Los rostros , irreconocibles , eran una masa informe , sanguinolenta y con las cuencas oculares negras y vacías .
Colgando de la cadena , agitada por los continuos picotazos , se distinguía una tabla en la que , en griego y arameo , se leía la siguiente inscripción:
<< Tres " bucoles " menos , . los deudos de sus víctimas se felicitan . >>
No cabía duda . La palabra << bucoles >> hacía referencia a los facinerosos que habitaban los pantanos y la << jungla >> del Hule . El término , sin duda , fue tomado de otros bandoleros , tan tristemente famosos como éstos , que asolaron en su día la comarca de Damiete , en el Nilo.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Eliseo , prudente , sugirió que no continiáramos avanzando . Tenía razón . Las aves , fuera de si , podían suponer una amenaza . Los corpulentos buitres leonados , de cabezas y cuellos blancos y pelados , nos observaron nerviosos y desafiantes . A su alrededor , sobrevolándolos o intentando aproximarse con cortas y bien estudiadas carreras , se disputaban la << pitanza >> todo un ejercito de correosas y manchadas gaviotas reidoras , cornejas cenicientas y funerarios cuervos de hasta un metro de envergadura . La pelea , sin embargo , era desigual . A pesar de la evidente superioridad de los diez o quince << leonados >> , los cientos de implacables competidores , atacando por todos los ángulos , terminaban invadiendo el << territorio >> de los buitres , sacando tajada de las mutiladas << victimas >>.
De pronto , empujado por el incesante aleteo de los carroñeros , nos vimos asaltados por una peste pútrida . Y retrocedimos . Ya habíamos visto y comprendido ...
Al filo del camino , como una advertencia , las autoridades de la Galaunitis - puede que los kittim - habían abandonado los cuerpos de tres posibles maleantes o bandoleros . Aparecían sentados , espalda con espalda , y firmemente sujetos con una cadena . No debían llevar muertos mucho tiempo . Las aves , voraces y despiadadas , medio los ocultaban con sus alas , desgarrándolos y vaciándoles las entrañas . Los rostros , irreconocibles , eran una masa informe , sanguinolenta y con las cuencas oculares negras y vacías .
Colgando de la cadena , agitada por los continuos picotazos , se distinguía una tabla en la que , en griego y arameo , se leía la siguiente inscripción:
<< Tres " bucoles " menos , . los deudos de sus víctimas se felicitan . >>
No cabía duda . La palabra << bucoles >> hacía referencia a los facinerosos que habitaban los pantanos y la << jungla >> del Hule . El término , sin duda , fue tomado de otros bandoleros , tan tristemente famosos como éstos , que asolaron en su día la comarca de Damiete , en el Nilo.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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