miércoles, 25 de marzo de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 3 de abril , lunes ( 20 )

El eco del microtransmisor instalado en la hebilla de mi manto llegaba nítidamente hasta la << cuna >> . Eso me tranquilizó . Mi objetivo en aquellos momentos era alcanzar la cota superior del monte de << las aceitunas >> , situada a la derecha de la vereda . Una vez localizado el calvero pedregoso donde se hallaba posado el módulu , Eliseo se encargaría de conducirme mediante la << conexión auditiva >> . Una hora antes , cuando regresábamos hacia Betania , yo había procurado quedarme rezagado , anudando en una de las ramas de un acebuche  - justamente en la cumbre del Olivete  - el pequeño lienzo blanco que me servía para secar el sudor y que , como el resto de los hebreos  , llevaba permanentemente arrollado en la muñeca derecha .
Tal y como presumía , y con el consiguiente respiro por mi parte , no llegué a cruzarme con un solo caminante . Al distinguir la tela ondeando suavemente al viento , aceleré el paso . Y tras retirarla del olivo silvestre , abandoné el camino , internándome  entre la maleza en dirección norte . A mi izquierda , en la lejanía , se divisaban las luces amarillentas y parpadeantes de jerusalén . Una media luna surgía a intervalos entre las compactas bandas de nuves , facilitando considerablemente mi aproximación a la nave . A los pocos minutos me asomaba al calvero , localizando el suave promontorio pedregoso sobre el que debía encontrarse posado el módulu . Eliseo , en permanente conexión , había ido supervisando mis pasos  , corrigiendo a traves de la pantalla de radar algunas de mis inevitables desviaciones  en el rumbo . Al penetrar en la zona de seguridad del módulo  - a unos 150 pies del << punto de contacto >> -, mi compañero me anunció que procedía a la desconexión parcial del apantallamiento infrarrojo , con el fin de hacer  visible los pies de sustentación de la << cuna >> , haciendo así más rápido mi ingreso en la nave .
De pronto en mitad de la oscuridad y como clavados en la roca , aparecieron cuatro largos tubos  , apuntando como fantasmas azulados hacia la inmensidad del cielo . Simultáneamente , y con un suave  resoplido , el sistema hidráulico hizo descender la escalerilla de aluminio . Sin pérdida de tiempo me introduje entre el tren de aterrizaje de la << cuna >> subiendo al interior del módulu .Supongo que si alguien hubiera podido verme en aquellos momentos , ascendiendo por una escalerilla que , aparentemente , no conducía a ninguna parte , y desapareciendo progresivamente  -  primero la cabeza , hombros y brazós y a continuación el resto del tronco , vientre , piernas , etc -, el susto hubiera sido considerable , creyendo quizá que habia presenciado una visión divina .
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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