lunes, 23 de marzo de 2015

Caballo de Troya - El Diario del mayor - Tomo 1 - 3 de abril , lunes ( 10 )

La astucia y avaricia  de aquellos servidores del Templo habían llegado a tales extremos que cualquier animal comprado fuera de aquel recinto podía ser rechazado , por causas << técnicas >> . En otras palabras , los encargados de los sacrificiós - que tenían la obligación de revisar previamente cada una de las victimas - podían echar atrás un cordero o una pareja de tórtolas , por el simple hecho de estimar que el color del animal no era el adecuado . Esto represenraba la verguenza pública y , lo que era peor , tener que adquirir una nueva víctima . Curándose en salud , los hebreos acudían hasta este mercado , procurándose así unos animales de << total garantía >> . Como ya apunté anteriormente , esta argucia iba siempre acompañada de un sobreprecio que resultaba tan desonesto como ruinoso para las familias más humildes .
Para colmo , el << impuesto >> o tributo que cada hebreo debía satisfacer al Templo había sido fijado en una moneda común : el siclo ( una pieza del tamaño de diez centavos , pero de un grosor doble ) . Un mes antes de la Pascua , los << cambistas >> oficiales instalaban sus mesas en las diferentes ciudades de Palestina , suministrando así a los peregrinos el dinero necesario para tal menester . Ni que decir tiene  que , en cada operación , estos << banqueros >> se quedaban con una comisió, , que oscilaba  entre un cinco y un quince por ciento del valor de lo cambiado . Si la moneda objeto del cambio era más alta , estos usureros podían quedarse con una comisión doble . Finalmente , cuando la fiesta era ya iminente , los << cambistas >> se dirigian a Jerusalén , estableciendo su >> cuartel general en la mencionada explanada de los Gentiles .
Este negocio venía reportando grandes beneficios a los verdaderos propietarios del ganado , de las mesas de cambio y de la multitud de ingredientes y enseres que debían ser utilizados en el sacrificio pascual .Esos << propietarios >> , como dije , no eran otros que los sacerdotes y , muy especialmente , los hijos de Anás.
Jesús conocía esta situación y también el resto del pueblo . Pero el poder y la tiranía de estos individuos era tal que nadie osaba levantar la voz contra aquella profanación de la Casa de Dios .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto