jueves, 14 de julio de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 6 - del 18 al 24 de junio ( 3 )

Respecto a la integridad de las piezas dentarias , las observaciones al microscopio nos tranquilizaron y animaron . No detectamos caries ni fisuras . Otra cuestión era el interior . Después de tantos años , las pulpas del molar y del premolar ( en el caso de José ) . así como las del canino y molar ( en Amós ) , podían haber resulñtado reabsorbidas y pegadas a las paredes . Si era así , las cosas se complicarían . Los forenses conocen bien este problema . Cuando los restos se hallan deteriorados , el ADN queda inservible , destruyéndose , incluso , los fragmentos mayores .
Pero , como digo , confiamos . Y llegó el gran momento .
Nos decidimos por el molar , reservando el premolar de José para un segundo ensayo .
Eliseo lo perforó y , habil , extrajo la pulpa .
¡ Bingo ! ... ¡ No había reabsorción !
Este explorador sabía que el diente correspondía a un ser humano . Pero fuimos fieles al método científico . Primera determinación : la especie . El examen fue concluyente . Corona y raíz se hallaban en el mismo plano , indicando que pertenecia a un humano. ( Como se sabe , el hombre es el único mamífero en el que los dientes se desarrollan certicalmente . ) Segundo y obligado protocolo : edad . Siguiendo las directrices de Gustafson , avaluanos algunos de los seis procesos evolutivos básicos . Lógicamente , no todos fueron viables  . Pues bien , cuantificando las modificaciones provocadas en el diente por cada uno de esos procesos , el resultado de la línea  de regresión ofreció un total de cuatro puntos  . Considerando un error de más - menos cinco años , la edad de José quedó así estimada en treinta y cinco años  . En otras palabras : lo que ya sabíamos ( el padre terrenal de Jesús murió a los treinta y seis ).
En cuanto a la tercera determinación - el sexso - , sería aclarada poco después , con los análisis celulares . La incógnita , sin embargo , aparecía igualmente despejada para quien esto escribe . Al inspeccionar la osamenta , pelvis , fémur , sacro y el cuerpo del esternón - dos veces más largo que el manubrio - fueron esclarecedores  . Los huesos pertenecian a un varón . No obstante , esperamos .
Todo debía llevarse con rigor .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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