sábado, 9 de julio de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 6 - del 15 al 18 junio ( 1 )

También en eso acerté . El Destino fue indulgente ...
Tras cargar en el saco de viaje unas muestras de la tierra del huerto de José de Arimatea - esenciales para redondear los análisis sobre el fenómeno de la resurrección - , al alba del jueves , 15 del mes de tammuz ( junio ) , quien esto escribe se unía a Bartolomé y a Simón el Zelota , emprendiendo la marcha hacia el norte .
Y acerté ...
El camino , en compañía de los discípulos , resultaría así más cómodo , seguro e instructivo .
El << oso >> , condicionado por la necesidad de llegar a Caná lo antes posible  , eligió la ruta más corta , atravesando Samaria . De no haber sido por esta circunstancia la idea habría sido rechazada . Aquel territorio , como creo haber mencionado , no era del agrado de los judíos . Unos y otros , sencillamente , se odiaban.
Y hábiles y prudentes , los galileos esquivaron en todo momento las aldeas de los << impuros  y aborrecidos samaritanos >> . El fallecido rey Herodes el Grande había intentado suavizar estas tensiones  , desposando a una samaritana ( Maltake ) , de la que tuvo dos hijos : los célebres Arquelao y Antipas . Se sospecha , incluso , que , en otro gesto de buena voluntad , Herodes autorizó a los kuteos a que orasen en el atrio interior del Templo de la Ciudad Santa  . Sin embargo , esa tregua se rompería definitivamente  en el año 8 de nuestra era  cuando , bajo el gobierno del procurador romano Coponio ( 6 al 9 d.J.C. ), un grupo de samaritanos irrumpió en el citado Templo , esparciendo en los pórticos y en el santuario toda una colección de husos humanos . Aquel acto de venganza , un sacrilegio en plena fiesta de la Pascua  , colmó la paciencia  de los judíos . Jamás los perdonaron . Desde entonces , las refriegas e insultos mutuos  estuvieron a la orden del día .
Afortunadamente , nadie nos molestó . Y el viernes , 16 , dos horas antes del ocaso , este explorador se despedía de los discípulos a las puertas de Nazaret . Ellos continuaron hacia la cercana Caná y quien esto escribe  , fiel al plan previsto , rodeó la concurrida fuente , ingresando con prisas en la blanca y polvorienta senda que enlazaba la aldea de la Señora con Séforis , la capital de la baja Galilea.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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