domingo, 10 de julio de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 6- del 15 al 18 de junio ( 3 )

Frente al cobertizo , al otro lado del cuadrilátero , las cinco grandes muelas de caliza que cerraban las criptas aparecían igualmente solitarias y desafiantes . Sí , << desafiantes >> para este explorador . Allí , en las grutas ganadas al Nebí , si el instinto no se equivocaba , tenían que reposar los restor de José , el padre terrenal del Hijo del Hombre , y los de Amós , el hermano de cinco años , tristemente fallecido el 3 de diciembre del 12 . La advertencia de Santiago , en mi primera visita al cementerio , fue clave . Como se recordará , mientras este explorador permanecía en un respetuioso silencio frente a la estela que perpetuaba la memoria del padre y del niño desaparecidos , el hermano de Jesús , colocando su mano en mi hombro , exclamó bajando la voz :
- Ya no están aquí ...
Esto sólo significaba dos cosas : que los huesos , de acuerdo a la costumbre , hubieran sido arrojados al kokhim o fosa común que se habría en el centro del camposanto o que , también de acuerdo a la tradición , la familia pudiera haberlos trasladado a un osario particular , depositándolos en una de aquellas criptas practicadas en el talud oeste . En el primer supuesto , no había nada que hacer . El kokhim , de unos cuatro metros de lado , se hallaba repletos de huesos y calaveras , en el más caótico de los desórdenes .
Pero quedaban las criptas funerarias . Y la intuición me decía que la familia de José pudo haber respetado aquellos restos , conservándolos en una de las acostumbradas arquetas de piedra o madera de cedro.
Era preciso , pues , penetrar en ellas y despejar la incógnita . Sólo así , disponiendo de una muestra de los huesos de José ( preferentemente unos molares o premolares ) , estaríamos en condiciones de ultimar el delicado estudio sobre la posible paternidad del malogrado contratista de obras .
Me costó resistir . La espera , lo confieso , me envaró . Ardía en deseos de enfrentarme a las pesadas piedras que bloqueaban las criptas y actuar .
Todo fue calculado minuciosamente . No podía fallar...
Y la claridad perdió terreno .
Unos minutos más...
Ajusté las << crótalos >> y la visión IR ( infrarroja ) modificó la creciente oscuridad , aliviando mis movimientos .Part´´i una rama de olivo y me dispuse a caminar hacia el talud oeste .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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