martes, 12 de julio de 2016

Caballo de Troya -El l Diario del Mayor - Tomo 6 - del 15 al 18 de junio ( 10 )

La gruta artificial , algo más deshaogada que la anterior , guardaba una forma muy similar : había sido escavada en círculo , con una altuta máxima ligeramente superior a la mía ( 1,80 metros ) . En las paredes  , también a corta distancia del tosco pavimento , se alineaban otros huecos . Sumé diez . Y en las hornacinas , sendas cajas o arquetas de caliza . En dos de ellas , a diferencia de la primera cripta , reposaban unos osarios más pequeños . Deduje que podía tratarse de restos de niños .
La chisporroteante flama me previno . En el suelo , al pie de las hornacinas , se hallaba una de las arquetas. Aparecia quebrada , con la tapa a corta distancia y una serie de huesos esparcidos y desarticulados . Me incliné , examinándolos . Era extrño . La cueva , probablemente , llevaba cerrada mucho tiempo . ¿ Qué había sucedido ? Paseé la tea por el techo y , al descubrir una ancha fisura , supuse que la caída se debía a un movimiento sásmico.
Volví sobre la malograda arqueta y busqué la inscripción . En principio - me tranquilicé -, aquél no parecía el osario de José . Sólo contenía  un esqueleto . La grabación en la piedra - << Menajem hijo de Simón >> - confirmó la presunción.
Tanteé los huesos y verifiqué lo que imaginaba . La humedad y la dilatada permanencia en el osario estaban acelerando la desintegración . Se hallaban muy frágiles . Esto podía complicar los planes  . Pero no me desanimé . Sabía que la intensa humedad de la Galilea nonos favorecia . Los lugareños conocían esta circunstancia y difícilmente fabricaban osarios de madera . ( El ciprés , sicomoro y pino eran más económicos que la piedra .) Si tenía la fortuna de localizar los restos y concretamente los dientes de José , el problema  nonos afectaría . Estas piezas , justamente , son las más indicadas para el estudio que nos proponiamos . La pulpa , de la que deberíamos extraer el ADN , se encuentra siempre muy protegida , resistiendo la acción de los agentes físicos , térmicos y químicos , así como la inevitable putrefacción.
Un segundo hallazgo , a la izquierda de la entrada , me demoró de nuevo . Se trataba de tres lucernas o lámparas de arcilla y dos cántaras de mediano porte . Una contenía aceite en estado sólido , muy degradado y la otra un líquido verde y corrompido . Probablemente , el agua utilizada en el obligado ritual de purificación tras la última manipulación de los osaraios .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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