domingo, 24 de julio de 2016

Caballo de Troya - el Diario del Mayor - Tomo 6 - del 18 al 24 de junio ( 14 )

Ni qué decir tiene que nos desmoralizamos . Y Eliseo y quien esto escribe dejamos ahí el enojoso asunto de los textos evangélicos . Tampoco éramos jueces . Nuestra misión era otra . Si se me permite la inmodestia , más fina y trascendental . Nos fue dada la oportunidad de seguir al Hijo del Hombre y narrar cuanto vimos y escuchamos . Ëse era el trabajo . Y a él nos entregamos con pasión...
El resto de aquella semana fue igualmente tenso . Tras no pocos cálculos , mi hermano y yo fijamos el sábado , 24 , como la fecha límite para partir hacia el sur e iniciar así la Operación Salomón , que debería esclarecer las causas del extraño seísmo registrado en la histórica jornada del 7 de abril , en Jerusalén . Un movimiento sísmico , como se recordará , que siguió a la muerte de Jesús de Nazaret .
Al margen de la lógica preocupación por tan largo y comprometido viaje , lo que nos mantuvo inquietos fue , sobre todo , el hecho de tener que abandonar la << cuna >> . Lo sabiamos . No teníamos elección . Éramos plenamente conscientes también de que el módulo quedaba en las mejores << manos >> : las de << Santa Claus >> . Todo se hallaba previsto . Nada debía fallar . Pero ...
Supongo que fue un sentimiento natural . Aquél era nuestro << hogar >> y el único medio para regresar a << casa >>, a nuestro verdadero << ahora >> . Y estábamos a punto de dejarlo ...
Eliseo y quien esto escribe cruzamos algunas significativas miradas . Nadie dijo nada . Los pensamientos , sin embargo , estoy seguro , fueron los mismos:
<< ¿ Qué sucedería si no regresábamos ? Peor aún : ¿ qué sería de aquellos exploradores si , al ascender de nuevo al Ravid , encontraba la nave destruida o inutilizada ?>>
Eso no es posible , me dije una y otra vez , en un vano intento por serenarme .
Desde un punto de vista estrictamente técnico - si no ocurría una catástrofe -, llevaba razón . Las medidas de seguridad eran casi perfectas . Sin embargo ...
Y la angustia , desde esos momentos , fue una inseparable compañera .
Pero no todo fue negativo en aquellos últimos días .Otra de las inquietudes - la falta de dineros - fue hábil y puntualmente eliminada por el genial Eliseo .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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