miércoles, 10 de agosto de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 6 - 18 de agosto , sábado ( 30 )

Los enormes saltamontes , con alas rudimentarias , presentaban una tonanilad verde botella con franjas blancas o marrones en el vientre . Y alli donde se trasladaban teñian el lugar de verde muerte . Nada se resistía a su voracidad : plantas , otros insectos , ranas , lagartos , serpientes y hasta pájaros del tamaño de una golondrina . Se desarrollaban con la primavera y con el verano - al igual que las langostas - migraban por todo Israel , asolando cuanto surgía a su paso . En varias oportunidades , a lo largo de aquel tercer << salto >> , tendríamos la mala fortuna de tropezar con la saga . Y la experiencia fue siempre desagradable . Los órganos bucales , enormes , hacían presa en la piel , cortándola como una navaja . Durante la noche se mostraban especialmente activos . Si uno dormía al raso , de pronto , sin previo aviso , podía verse materialmente << enterrado >> por los  << devoradores >> , que no distinguían plantas , animales o seres humanos  . Los felah los combatían a duras penas con el uuxilio del fuego y , por supuesto , con la inestimable ayuda de las aves , que se pricipitaban sobre ellos en grandes bandadas . Si alguno de los pájaros , sin embargo , era atacado simultáneamente por la saga difícilmente llegaba a remontar el vuelo . En segundos , otros << devoradores >> caían sobre él , dejándolo en los huesos .
 En este caso , los penetrantes silbidos de los multicolores abejarucos alertaron a otros << inquilinos >> de la zona , que se apresuraron a compartir el festín . Hasta el << guardarríos >> ( martín pescador de pecho blanco ) abandonó su placido territorio en el Jordán , aventurándose en la tórrida atmósfera de aquellas elevaciones . Y como él , otras entusiasmadas familias de alondras , aviones y calandrias de cabeza negra .   La << caza >> , en ocasiones , se prolongaba dos o tres días , convirtiendo el paraje en un maremágnun de saltos , chillidos , << martilleo >> e incesante planeos y picados .
Pero las sorpresas no habían terminado ...
Repuestos del susto , tras limpiar los ropones de los pegadizos y recalcitrantes << devoradores >> , optamos por concedernos un nuevo respiro .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
 Antonio Martinez      

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