martes, 23 de agosto de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 6 - 19 de agosto , domingo ( 10 )

No fue difícil. Assi , el esenio , era sobradamente conocido en los pantanos . El kan se levantaba en un ángulo estratégico , entre el Jordan , por el oeste , y el lago , por el norte .
Y siguiendo las indicaciones de los felah abandonamos la ruta , tomando un estrecho y humilde senderillo que zigzagueaba hacia poniente . Calculé que , al dejar la vía principal y torcer a la izquierda  , podíamos estar a unos seis kilómetros  del cruce de qazrin y a diecisiete , más o menos , del calvero del << pelirrojo >> , en las cercanías de Beth Saida Julias .
Al avanzar hacia el Jordán , el paisaje dio un vuelco . Y el caminillo , de apenas  metro y medio , valiente , se enfrentó a la temida y sofocante << jungla >> de cañas , adelfas , y espadañas . A ambos lados , macizas , casi impenetrables , se alzaban sendas murallas de Arundo donax , las cañas gigantes de cinco metros  , rematadas por aburridos penachos de plumas . Más allá , encarceladas entre las gruesas y nudosas qame , disputando cada palmo de tierra  , pedían clemencia  las rojas , blancas y naranjas ardaf , las adelfas impregnadas de veneno . Y al final , lindando con las invisibles aguas del Hule , otra resignada y compacta población de espadañas , el mítico suf que sirvió para trenzar la canasta que salvó a Moisés  , con sus esbeltos tallos de tres y cuatro metros buscando la luz desesperadamente . Y entre las erectas hojas , finas como cintas , una errática , oscura y zumbante amenaza : la malaria ...
Al fondo , quizá a medio kilómetro , sobre el pantano , se escuchaba , confuso y desafinado , el concierto de las aves acuáticas .
Conté setecientos pasos . Allí al fin , el pasillo de cañas se rindió . Y ante estos exploradores  se presentó una deshagoda explanada , casi circular , de unos cien metron de diámetro , férreamente cercada por otro verdi-amarillento bosque de Arundos . Por detras , hacia el oeste , a escasa distancia , murmuraba ronco e inconfundible el padre Jordán , recien liberado del Hule .
En el centro , plantadas en círculo , siete chozas . Todas montadas con las huecas y recias cañas gigantes . Los techos  , a poco más de tres metros del negro y polvoriento suelo , habían sido confeccionados con ramas y hojas de palma .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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