sábado, 13 de agosto de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 6 - 18 de agosto , sábado ( 42 )

Alertados ante los rebuznos del que estaba siendo tan cruelmente apaleado , los animales se agitaban inquietos , tropezando entre ellos y poniendo en peligro las voluminosas ánforas que cargaban a los costados . El caos , lígicamente , fue espesándose . Los negros , ataviados con túnicas rojas que casi rozaban el suelo , trataban de calmar  a la reata , empleando estridentes chillidos y , lo que era peor , contundentes varazos sobre las patas y vientres . Más de uno tuvo que saltar precipitadamente ante las certeras , violentas y más que justificadas coces de los aturdidos jumentos . Nosotros  , entre unos  y otros  , nos las vimos y deseamos ...
Finalmente , al superar aquel manicomio , fuimos a topar con una muralla humana .
¿ Por qué no obedecí al instinto ? ¿ Por qué no evitamos el tumulto ? ¿ Que hubiera importado una pérdida de diez o quince minutos  ? Bastaba con ingresar en los barbechos que ceñían la ruta para sortear el desastre ...
Pero no. El Destino se hallaba muy atento y , como decía , nos puso frente a otro singulat aprieto .
Al principio no distinguimos nada . El grpo de hombres , fundamentalmente vendedores en aquel cruce de caminos , formaba un apretado círculo gritando y gesticulando sin orden ni concierto.
Eliseo , cada vez más intrigado , trató de abrirse paso , en un intento de averiguar qué era lo que provocaba semejante excitación . Le dejé hacer.
¡ Torpe de mí !
Tendría que haber tirado de él , alejándonos del lugar y de lo que nos aguardaba ...
Algunos de los galileos , indignados , levantaban las voces sobre el resto de los paisanos , pidiendo justicia y reclamando a los hittim. Otros , igualmente enardecidos , tachaban a alguien de << sucio gentil >> y << asesino >>.
Temí lo peor . Nosotros también eramos extranjeros e , inconscientemente , nos habiamos situado en el ojo del misterioso huracán.
No hubo tiempo ni posibilidad de reaccionar . Varios de aquellos energúmenos , al percatarse de la presencia y de la insistencia de mi hermano por llegar al interior del círculo , se revolvieron contra él y , confundiéndole con uno de los intrigantes de la caravana , la emprendieron a golpes , empellones y paradas , derribándolo.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto