martes, 9 de agosto de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 6 - 18 de agosto , sábado ( 27 )

Entre los linderos , altas , oscuras y brillamtes pirámides de basalto recordaban a propios y extraños el titánico esfuerzo de los galileos en la doma de aquellos cabezos . Ni una sola de las planicies había quedado libre de la minuciosa labor de limpieza de los guijarros y rocas volcánicos que asolaban la región .
En algunas de las << islas >> , rezagados , los felah cargaban en grandes carretas las últimas gavillas de una paja aburrida y tostada por el sol.
Más allá , encorvados , severos y vestidos de arrugas , los zayit , los olivos , avisando del nuevo territorio  y marcando sin discusión la frontera entre la humilde verticalidad del cereal y la altivez del bosque . Fiel al profeta Oseas , el olivar se engalanaba discreto y distante ...
Escrupulosos y sabios , sabedores de la permanente y legendaria << sed >> de esta especie - La Olea europea -, los campesinos procuraban plantarlos tal y como recordaba la Ley : a once metros uno de otro . Algunos de los zayit , vencedores , lucían unos troncos ahuecados de hasta cuatro y cinco metros de diámetro . Probablemente eran muchos testigos de mil años en la historia de Israel .
Y por detrás de esta << milicia >> , de nuevo el bosque , colonizando el norte y el oriente hasta los 800 o 900 metros de altitud.
Era asombroso .
La masa forestal tomaba el relevo . Se disfrazaba de horizonte verdazul y confundía a los cielos . Verdaderamente , la Palestina de Jesús de Nazaret poco o nada tenía que ver con lo hoy conocido. Por lo que fuimos descubriendo , una ardilla del Hermón hubiera podido descender hasta el mar Muerto sin tocar el suelo...
En primera línea , respetuosos con el anciano olivar , se apretaban los dulces algarrobos , con sus copas anchas , abiertas y hospitalarias a todas las aves . Por detras , desafiantes y engreídos , los egoz , los gigantescos nogales persas de treinta metros de altura , listos para dar fruto . Y entre el denso y aromático ramaje , sus << primos >> , los nogales negros , unos intrusos y ladrones de luz de hasta cincuenta metros .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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