martes, 30 de agosto de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 6 - 19 de agosto , domingo ( 36 )

La prosperidad de aquella parte de la Gaulanitis , en definitiva  , estaba asegurada . Por un lado , gracias a la inmensa << selva >> que bullía a expensas de ríos y pantanos . A la izquierda de la ruta , desde el kan de Asi hasta las proximidades de Daphne , una población cercana a Dan , en el norte , juncos , papiros , cañas , adelfas y espadañas formaban un todo compacto e ininterrumpido .Una << jungla >> de unos 23 kilómetros de longitud , de sur a norte , por otros 5 de este a oeste . Un intrincado laberinto de ríos y lagunas , infestado de mosquitos , aves y alimañas , en el que sólo se aventuraban los más diestros o necesitados . Una masa verde , trepidante y traicionera que no permitía el crecimiento de otras plantas y a la que los esforzados felah se veían obligados a hacer retroceder casi a diario.
De vez en cuando , sobre las mansas y brillantes láminas de agua del Hule y de las lagunas mayores se distinguían pequeñas canoas de papiro , ya mencionadas por Job e Isaías . Avanzaban lentas , con las proas y popas afiladas y el << casco >> panzudo e igualmente trenzado con cientos de tallos dorados . Probablemente pescaban . Y a cada grito o maniobra de los tripulantes , de la espesura - blancos , chillones y atolondrados - escapaban nutridos pelotones de aves acuaticas . Sería imposible describir la variedad y la belleza de aquella fauna . Sólo en aves menores llegué a contabilizar más de cien especies . Pero lo más llamativo del Hule y de sus pantanos eran las innumerables cigüeñas y pelícanos . Por esas fechas , mediados de agosto , llegaban las primeras oleadas migratorias procedentes del Bósforo . En varias oportunudades , entre agosto y octubre , calculé en más de trecientasmil las cigueñas blancas y negras que hicieron un alto en la << olla >> del Hule , antes de proseguir hacia el sur . La aparición de la Ciconia ciconia ( cigüeña blanca ) , enorme , majestuosa e insaciable , era muy celebrada por los felah. La presencia de miles de ejemplares , con sua picos y patas pintados en rojo , constituía un alivio para la campiña . Desde el alba hasta la puesta del sol caían inexorables sobre insectos , langostas , grillos  y saltamontes , << limpiando >> prácticamente huertos, frutales y plantaciones . En la << jungla >> hacían igualmente estragos , devorando toda clase de anfibios y serpientes .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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