lunes, 22 de agosto de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 6 - 19 de agosto , domingo ( 6 )

Y entre el Gebel-esh- Sheikh ( la << montaña de los cabellos blancos >> de árabes y beduinos o el << Sirión >> de los sidonios  , cantado en el Deuteronomio ) y estos perplejos exploradores  , otro << milagro >> de los laboriosos felah de la Gaulanitis : la olla del Hule , un inmenso << cuenco >> ovalado de 29 kilómetros de diámetro mayor por 10 de diámetro menor . Un vergel , todavía en sombra , aguardando respetuoso el despertar de su otro dueño y señor : el manso y verde << corazón >> . El lago Hule , el antiguo Merón de la BIblia . Un pantano de 9 por 7 kilómetros , casi en el centro geométrico del jardín y , justamente , con forma de corazón . Y enganchada al Hermón , descendiendo hacia el << corazón >> , una madeja de vitales << arterias >> : cuatro ríos con la correspondiente prole de afluentes . Y a diestro y siniestro , por el este , por el norte , y por el oeste , orbitando el Hule , una constelación de lagunas de todos los tamaños , agazapada entre una << jungla >> de cañas , juncos y papiros . Una << selva >> dominante en los pantanos , difícilmente mantenida a raya por los campesinos . Una espesura alta , cimbreante y peligrosa por la que macheteaban violentos y rumurosos los tributarios del Jordán .
Creí distinguir el más nervioso : el nahal Hermón , el río más oriental , saltando por las estribaciones , a casi 200 metros de altitud . Se despeñaba suicida por cañones y cascadas hasta que , agotado , iba a reunirse , a nueve kilómetros del Hule , con su hermano , el nahal Dan . Allí , sereno y patriarcal , nacía realmente el padre Jordán.
Más al oeste , también salvajes e indomables , descendían el Senir y el `Iyyon, en cambio , arisco , pagano a fin de cuentas , evitaba a los anteriores , vaciándose en la margen occidental del Hule .
Aquella bendición , nacida fundamentalmente en las nieves perpetuas del Hermón , hacía frutificar toda la Gaulanitis , proporcionando al mar de Tiberíades un caudal aproximado de 150 millones de metros cúbicos al anuales .
Y al socaire de este tesoro , los felah , como digo , ganaron la batalla , transformando la olla que se abría ante nosotros en floreciente y envidiado vergel . Allí donde la << jungla >> se quedaba quieta aparecían de inmediato disciplinadas legiones  de olivos , huertos inclinados o en terrazas y un rizado oleaje  de frutales , entre los que sobresalían decididos y dominantes manzanos de Siria .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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