lunes, 13 de octubre de 2014

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1- 2 de Abril , Domingo ( 5 )

Cuando Jesucristo comenzó a hacer un repaso de lo que había sido su ministerio , desde su ordenación en Cafarnaúm , hasta ese día , observé cómo Judas el Iscariote , haciendo oídos sordos , dedicaba toda su atención al recuento de la bolsa común . Poco despues abandonó el grupo , entrando en la casa . Esa misma mañana , muy de madrugada , Devid Zebedeo , hermano de Juan y Santiago , uno de los colaboradores más activos de Jesús y al que me referiré más adelante , le había entregado los fondos conseguidos por la venta del campamento que habían inatalado semanas antes en la ciudad de Pella , en la orilla oriental del Jordán y como a unas cuarenta millas del mar Muerto .
La bolsa común debía ser lo suficientemente importante como para que JUdas la depositase aquella misma mañana en poder del anciano anfitrión . Al parecer , la inminente entrada de Jesús en Jerusalén no hacía aconsejable que el administrador del grupo llevara encima tanto dinero . Era en realidad en aquellas fechas de la Pascua cuando los israelitas venían obligados por una antiquisima ley a satisfacer lo que llamaban el segundo diezmo . En otras palabras : una vez apartados el importe de la ofrenda que se hacía en el Templo y el primer diezmo , cada hebreotenía la obligación de consumir o gastar dentro de Jerusalén - esto era imprescindible - el citado segundo diezmo de acuerdo con sus posibilidades  económicas . Si el judío , como digo , vivía lejos de la ciudad santa podía convertir el segundo diezmo en dinero y llevarlo hasta Jerusalén , donde tenía la obligación de gastarlo en alimentos y bebidas , precisamente durante la fiesta de Pascua . ( La Misná dedica cinco capítulos a lo que se puede y no se puede hacer con dicho impuesto .)
Judas conocía perfectamente esta obligación y , presumiblemente , al hacer el balance de los fondos generales , había separado ya el dinero que debía ser consumido en Jerusalén , en concepto de segundo diezmo . El hecho , sin embargo , de que lo dejara en manos de Simón daba a entender que Jesús y sus hombres  tardarían aún unos días en acudir a Jerusalén para celebrar la tradicional cena pascual . Aunque sólo se trataba de una presunción muy personal - ya que nunca traté de everiguarlo - cabe la posibilidad de que Cristo hubiera cambiado ya impresiones con Judas como responsable del dinero , fijando , incluso , el día para dicho rito.
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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