domingo, 12 de octubre de 2014

Caballo de Troya - El Diario delMayor - Tomo 1 - 2 de Abril , Domingo ( 2 )

Sólo el día de la boda , si la mujer era virgen y no viuda , aparecía en el cortejo con la cabeza al descubierto .
Ni qué decir tiene que las israelitas - especialmente las de la ciudad - debían pasar inavertidas en público . Uno de los escribas - Yosé ben Yojanán - había llegado a decir hacia el año 150 antes de Cristo :<< No hables mucho con una mujer . Esto vale de tu propia mujer , pero mucho más de la mujer de tu prójimo.>>
Las reglas de la buena educación prohibían , incluso , encontrarse a solas con una hebrea , mirar a una casada o saludarla . Era un deshonor para un alumno de los escribas hablar con una mujer en la calle . Aquella rigidez llegaba a tal extremo que la judía que se entretenía con todo el mundo en la calle o que hilaba a la puerta de su casa podía ser repudiada , sin recibir el pago estipulado en el contrato matrimonial.
La situación de la mujer en la casa no se veía modificada , en relación a esta conducta pública . Las hijas , por ejemplo , debían ceder siempre los primeros puestos - e incluso el paso por las puertas - a los muchachos . Su formación se limitaba estrictamente a las labores domésticas, así como a coser y tejer . Cuidaban de los hermanos más pequeños y , respecto al padre , tenían la obligación de alimentarlo , darle de beber , vestirlo , cubrirlo , sacarlo y meterlo cuando era anciano , y lavarle la cara , las manos y los pies . Sus derechos , en lo que se refiere a la herencia , no eran los mismos que los de los varones . Los hijos y sus descendientes precedían a las hijas . La patria potestad era extraordinarimente grande respecto a las hijas menores antes de su boda . Se hallaban en poder de su padre . La sociedad judía de aquel tiempo distinguia tres categorías : la menor ( hasta la edad de doce años y un día , la joven ( entre los doce y los doce años y medio ) , y la mayor ( despues de los doce años y medio ) . Hasta esa edad de los doce años y medio , el cabeza de familia tenía toda la potestad , a no ser que la joven - aunque menor - estuviese ya prometida o divorciada . Según este código social , las hijas no tenían derecho a poseer absolutamente nada : ni el fruto de su trabajo ni lo que pudiesen encontrar , por ejemplo , en la calle . Todo era del padre . La hija - hasta la edad de doce años y medio - no podía rechazar un matrimonio impuesto por  su  padre Se llegó a dar el caso de ser casadas con hombres deformes . El escritor rabínico Ketubot hablaba incluso , de algunos padres atolondrados que llegaron a olvidar a quién habían prometido sus hijas .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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