lunes, 6 de octubre de 2014

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 30 de Marzo , jueves ( 42 )

Lo que sí me llamó poderosamente la atención fue comprebar cómo el testimonio de Lázaro y sus amigos encajaba plenamente con la tradición judía sobre la muerte . En general , los hebreos creían que << la gota de hiel en la punta de la espada del ángel de la muerte empezaba a obrar al final del tercer día >>. Al cuarto , por tanto , la descomposición del cadaver era ya un hecho incuestionable . De acuerdo con la información de la familia de Lázaro , el Maestro recibió la noticia de la grave dolencia de su amigo cuando aquél llevaba ya once horas muerto ; es decir , en la mañana del lunes , 6 de marzo . Jesús conocía esta creencia judía sobre la muerte y , sabiamente , esperó hasta el martes para ponerse en camino , llegando hasta Betania cuando los restos de Lázaro llevaban ya sin vida alrededor de 96 horas . Un tiempo más que suficiente como para que todos los judíos que sabían del fallecimiento no pudieran dudar sobre el prodigio que estaba a punto de consumar.
En las horas que siguieron , merced a éstas y a otras informaciones , alcancé a entender en su verdadera medida pos qué la aristrocacia sacerdotal judía - encabezada en aquellos años por la saga del ex sumo sacerdote Anás- buscaba la muerte de Jesús de Nazaret . A las pocas horas de la resurrección de Lázaro , los jefes del Templo - y por supuesto el yerno de Anás - tuvieron cumplida cuenta de cuanto había ocurrido en Betania . Mientras la inmensa mayoría de los amigos del resucitado , que habían sido testigos excepcionales del suceso , se hacían lenguas del mismo , pregonando a los cuatro vientos la portentosa señal del Maestro de Galilea , otros judíos - muchos menos , aunque de torcido corazón - se apresuraron a informar a la casta de los fariseos , que gozaba entonces de gran primacía sobre el resto de los sacerdotes y levitas.
Es casi seguro que si el milagro hubiera tenido lugar en otro momento del año judío - y no en vísperas de la solemne Pascua - y con un protagonista menos acaudaladoy prestigioso entre los dignatarios de Jerusalén , la obra del lebí quizá hubiera ido a engrosar , a titulo de << inventario >> , la ya larga lista de prodigios . Pero el Nazareno había sacado de entre los muertos - potestad reservada únicamente al Divino - a Lázaro de Betania . ( Demasiado cerca , demasiado espectacular y demasiado importante como para olvidarlo o condenarlo al silencio .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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