jueves, 23 de julio de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - El Diario ( 76 )

A continuación , siguiendo también la línea de la casamata herodiana , los judíos  habían dispuesto dos barracones . Uno a escasa distancia  de las negras y cuadradas tiendas , servía ya de comedor  a los técnicos  y militares  que , a juzgar por lo que tenía ante mi , llevaban algún tiempo en aquel paraje . El otro , mucho más pequeño , estaba situado a una veintena  de metros  del primer barracón y prácticamente pegado a la llamada  << laguna grande >> , una de las escasas ruinas arqueológicas que - como me informó el oficial - quedaba dentro del triangulo isósceles que constituíael campamento Eleazar .
Pero lo que llamó la inmediata atención del grupo fue una considerable excavación - ya concluida  - abierta en el centro geométrico del triángulo . Tenía 50 metros de longitud por 30 de anchura y 10 de profundidad . La impreionante piscina nos dejó atónitos .
En aquellos momentos ignorábamos si el general estaba al tanto del enigmático y audaz vaciado . Pero al asomarnos  y descubrir en el fondo algunos de los bloques  de piedra anaranjada  , empezamos a intuir la verdadera finalidad del foso . Otra potente grúa  , anclada  en el borde norte de la excabación , procedía  a la toma de los sillares  , depositándolos  en el lecho de la << piscina >> . Tanto las paredes como el referido fondo habían sido meticulosamente cimentados  y chapeados  a base de un material aislante . En la esquina suroeste , un grupo de trabajadores  iluminaba el fondo del supuesto estanque con las deslumbrartes y azuladas llamaradas de las soldaduras autógenas .
Algunos de los directores del programa cruzaron con Eliseo y conmigo unas significativas miradas buscando una explicación a semejante obra  . Pero nadie  se atrevió a formular hipótesis  alguna . A nuestras espaldas , al pie de la empalizada  , se apilaban cientos de sacos  que , supuse , debían contener las toneladas de tierra extraidas del enorme socavón.
Los oficiales judíos no dejaron de curiosidar , silenciosos  y divertidos  . Al cabo de unos minutos  , amablemente , Yefet , el jefe de tan extraño campamento , nos invitó a pasar al comedor  . El almuerzo estaba listo . Allí , por fin , saldríamos de dudas.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto