Y los militares y técnicos judíos - y nosotros con ellos - se lanzaron a una agotadora labor . La estación , ésta fue la orden , debía iniciar sus primeras recepciones de imágenes el 1 de abril . Ello nos proporcionaba un escaso margen de tiempo y , consecuentemente , nuevas preocupaciones . La más grave , al menos en aquellos momentos , la constituía el combustible de la << cuna >> . Ni los directores del programa , ni Eliseo no yo teniamos la más leve idea de cómo y cuándo podía llegar hasta lo alto de Masada. Por supuesto , nuestras noticias respecto a la << vara de Moisés >> era igualmente nulas . Pero algo habíamos aprendido en aquella apasionante aventura : a confiar en Curtiss . Así que en el tranascurso de la primera semana de marzo , aunque estos interrogantes estaban en las mentes de todos , nadie exteriorizó inquietud alguna . Sencillamente , trabajamos duro y esperamos ...
Aquel jueves , al tener conocimiento del asalto a la embajada de Arabia Saudita en Jartum ( Sudan ) , por parte de los guerrilleros de Septiembre Negro , el campamento sufrió una nueva conmoción . Las acciones terroristas , tal y como preveía el Mossad , seguían su imparable espiral , beneficiando así las diabólicas maquinaciones de Rapto de Europa .
Por fin , al mediodía del sabado , 3 de marzo , nuestro jefe se decidió a hablar . Tras hacernos con la contraseña del día - << Yehohanan >> ( Juan )-, cruzamos el portón de salida , mezclandonos como unos turistas más con los escasos visitantes de las ruinas . El general , los directores , mi hermano y yo comunicamos a Yefet que deseábamos estirar las piernas y que estariamos de regreso en el último servicio del aerocarril . La tensión y el esfuerzo de aquellos días habían sido tales , que los judíos lo comprendieron , no oponiendo resistencia a lo que se suponía un relajante e inofensivo paseo por el llamado << sendero de las víboras >>.
Y con el ánimo bien dispuesto dejamos atras la cumbre , iniciando un pausado descenso por el zigzagueante camino de la cara oriental de Masada .
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Aquel jueves , al tener conocimiento del asalto a la embajada de Arabia Saudita en Jartum ( Sudan ) , por parte de los guerrilleros de Septiembre Negro , el campamento sufrió una nueva conmoción . Las acciones terroristas , tal y como preveía el Mossad , seguían su imparable espiral , beneficiando así las diabólicas maquinaciones de Rapto de Europa .
Por fin , al mediodía del sabado , 3 de marzo , nuestro jefe se decidió a hablar . Tras hacernos con la contraseña del día - << Yehohanan >> ( Juan )-, cruzamos el portón de salida , mezclandonos como unos turistas más con los escasos visitantes de las ruinas . El general , los directores , mi hermano y yo comunicamos a Yefet que deseábamos estirar las piernas y que estariamos de regreso en el último servicio del aerocarril . La tensión y el esfuerzo de aquellos días habían sido tales , que los judíos lo comprendieron , no oponiendo resistencia a lo que se suponía un relajante e inofensivo paseo por el llamado << sendero de las víboras >>.
Y con el ánimo bien dispuesto dejamos atras la cumbre , iniciando un pausado descenso por el zigzagueante camino de la cara oriental de Masada .
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto