viernes, 17 de julio de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - El Diario ( 44 )

El paso de los siglos  y la construcción en dicha ladera  de las conocidas  iglesias  y santuarios  de Getsemaní  , Dominus Flevit , la tumba de la Virgen María , la de Santa María Magdalena  y la de las Naciones , entre otras , han trastocado el primitivo y genuino perfil del monte  sagrado . A excepción de algunos y aislados  corro de olivos  , el resto es igualmente irreconocible  . Caminé lentamente  , siguiendo el curso de la muralla  oriental del desaparecido Segundo Templo , haciendo continuas paradas . Pero , salvo los precipicios  que van configurando la vieja torrentera del Cedrón y los cuatro monumentos funerarios  que todavía se levantan en el nacimiento de aquella ladera del monte de las Aceitunas  - atribuidos a Absalón , Josafat , Santiago y Zacarías -, nada conserva su antiguo aspecto . Los viejos caminos que discurrian de una a otra parte  , salvando el valle  , y que el Galileo había frecuentado en sus idas y venidas desde Betania  o desde el campamento de Getsemaní , habían sído borrados  o sustituidos  por modernas carreteras y vías asfaltadas.
Un viento frío empezó a soplar desde el noreste  , arrastrando negras y amenazadoras nubes sobre Jerusalén . Apenas si quedaban tres Horas  de luz  y , consciente  de que nuestra próxima  reunión en el Ramada Shalóm había sido programada  para las 18 horas , aceleré el paso . Tampoco en aquellos momentos  sabía lo que buscaba  . ¿ Quizá  algun escondido o remoto vestigio del lugar donde el Maestro acostumbraba  a plantar su campamento ?
Conforme fui apróximandome  al jardín de Getsemaní , aquel empeño iría debilitándose . Como dije , ni siquiera el templo  que recuerda  el lugar del prendimiento del Galileo está correctamente  emplazado . Durante  algunos minutos  ascendí por la estrecha carretera que se empina  hacia la cumbre  y que desenboca  en la mezquia de la Ascensión  . Y tomando como referencia  la puerta Dorada  del muro de este Templo ( ahora tapiada  hasta << el fin de los tiempos >> , giré a la izquierda , saliendo de la calzada  . Si no me equivocaba  , no muy lejos de allí había vivido los intensos momentos  de la << oración del huerto >> ,de el proceso sanguinolento o << hematohidrosis >> de Jesús  , y en una cota inferior  , en el viejo y extinguido sendero , la llegada de la tropa romana  y levita y el accidentado prendimiento del Maestro .
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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