martes, 21 de julio de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - El Diario ( 59 )

Aquél fue uno de los escasos momentos  devivertidos  de la aventura en la que estábamos inmersos . Cuando , poco antes  de las siete de la mañana  del jueves , 22 de febrero , los directores  del proyecto , Eliseo y yo coincidimos  en el hall del hotel  , no pudimos  por menos que estallar en una solemne  y colectiva carcajada . Nuestros respectivos  atuendos  podían corresponder  a cualquier profesión menos a la sugerida por Curtiss  : la de arqueólogo . Aunque , dicho sea en nuestro descargo , ¿ quién demonios  podía saber cuál es la vestimenta  más usual entre los esforzados  profesionales ? El caso es que dejándonos  llevar por el puro instinto o por lo que cada uno recordaba de las novelas  y películas  relacionadas con estos menesteres  , varios de mis colegas se tocaron con rudimentarios  sombreros de paja  ( nunca supe dónde los abían conseguido ) , gruesas cazadoras de paño - en los más estranbóticos  y chillones  colores que puedaimaginarse -, altas y pesadas botas militares  y , ¡ cómo no ! , cámara fotográficas y pipas de dudosa utilidad . ( Ahorraré una descripción de mi ropaje  que no se distanciaba gran cosa del de mis compañeros . )
Nuestro regocijo terminaría pronto . A las 07 horas , de acuerdo con lo previsto , un microbús blanco , con placa amarilla ( 60- 609 - 72 ) y unos ventanales  negros , situados a considerable altura  del suelo  - unos dos metros  -, frenaba suavemente  frente al Ramada  Shalom . Al punto , un teniente  con las insignias de la  División de Zapadores  del Ejército de Israel saltaba a tierra  , saludandonos . El conductor  , otro oficial de Ingenieros  , se hizo cargo de los equipajes y , sin más  demoras m a las siete y quince minutos partíamos con rumbo desconocido.
 Como si todo hubiera sido meticulosamente planeado , sobre cada uno de los asientos  que debíamos ocupar se hallaba un ejemplar del diario matutino Jerusalén Post . Y , recordando las palabras del general  , nos lanzamos con avidez  sobre sus páginas . El teniente , sentado al lado del conductor  , parecía esperar esta reacción colectiva  . Pero no hizo comentario alguno y se limitó a espiar nuestros rostros .
¡ Dios mío ? En primera página  y con grandes caracteres  pudimos leer  dos noticias que nos estremecieron , corres`pondía al ataque preventivo judío ...
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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