lunes, 27 de julio de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - El Diario ( 95 )

Hacia las cuatro de esa tarde del sábado , el funicular dejó en la mesata  a Bahat . Traía el encargo de recoger las escasas  pertenencias del general y bajarlas a toda prisa  a la plataforma base . El supervisor  fue muy parco en explicaciones  . Un coche oficial aguardaba a Curtiss . Había sido reclamado con urgencia en la embajada  USA . Horas más tarde , los oficiales encargados de la radio recibirían  una comunicación del propio general . Se hallaba en Tel Aviv a punto de despegar hacia los Estados Unidos  . Todo aquello conmocionó a los hombres de Caballo de Troya  . En los planes del jefe de la operación - almenos que nosotros supieramos  - no figuraba aquel repentino viaje . ¿ Qué estaba pasando ?
Las últimas palabras del mensaje de Curtiss , sin embargo , parecían tranquilizadoras : << Empiecen sin mi . Regresaré a tiempo . >>
El resto de la jornada  transcurrió casi sin sentir  . Los hombres se refugiaron en las tiendas  o en el comedor , discutiendo  y polemizando sin cesar  sobre  tan inesperada  partida .
Bien entrada la tarde - noche  , las encendidas tertulias  fueron momentáneamente interrumpidas por la presencia en la cumbre  de los Sikorsky.
De acuerdo con el programa  previsto por los isrraelitas  , una vez finalizado el montaje de los depósitos de combustible  , éstos  serían llenados en el transcurso  de dos noches consecutivas : las del sábado y domingo . Para la mayor parte  del campamento  , aquel trasiego de gas - oil  constituyó  uno de los peores suplicios  de toda la operación  . Por razones de seguridad  , los gigantescos  helicópteros  - grúa  israelíes  - a cuyas panzas  habían sido acoplados sendos tanques  de 10 toneladas cada uno - sólo podían  sobrevolar Masada en plena oscuridad  y , a ser posible  , sin luces  . El tronar de los rotorees  principales  , con sus seis palas  , fue ,  como digo , una pesadilla  . Cada hora , puntuales como relojes  , una pareja de Sikorsky tomaba tierra en el filño suroriental del trangulo , vaciando sus cisternas . Fue inútil intentar conciliar el sueño .
Impacientes por verificar el buen funcionamiento del generador , los judíos  - una vez colmados  los 5 500 litros del tanque  de diario - activaron a Charlie . Los sistemas respondieron a la perfección y los tecnicos , lógicamente  , se felicitaron mutuamente .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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