sábado, 18 de julio de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - El Diario ( 49 )

Me explicaré . En vista de los azarosos  acotecimientos  vividos en los últimos días  y por razones de seguridad  , Curtiss había preferido que la << vara de Moisés >> permaneciera  con el resto de  los equipos  , en la mezquita  . Ahora había  que sacarla de allí y , debidamente embalada  y camuflada  , transportarla  lo más  rápido  y seguro posible a USA . Conlos israelitas , en principio , no parecía haber demasiados problemas  . El general , a lo largo de sus contactos  con el Estado Mayor  , se había  encargado de dejar claro que , de cara  a un segundo ensamblaje  de la estación receptora de  de fotos  , << parte del instrumental >>  debía ser revisado y renovado por los expertos de la USAF . Los  judíos lo comprendieron  y aceptaron , ofreciendo toda clase de facilidades para el traslado . Pero la amenaza  palestina  contra el octógono  de la Ascensión obligaba  a adoptar medidas << suplementarias >>. Ahí entrábamos nosotros  , siempre << de la mano >> y convenientemente << cubiertos >> por los astutos israelies ...
El sencillo plan para sacar la << vara >> era perfecto y sin complicaciones aparentes .
A la mañana siguiente , martes , 20 de febrero , a las 08 horas , un potente automóvil - un Subaru , con placa amarilla ( Los vehículos con este tipo de placa o matrícula  están autorizados a circular libremente por todo el Estado de Israel . En las llamadas << zonas ocupadas >> ( fundamentalmente habitadas por árabes ) , los turismos particulares  llevan placas azules y los taxis  , verdes . Nota del Mayor ) numeraciçon 22-552 - 84 - frenaba frente a la puerta del hotel . Eliseo y yo , de acuerdo con lo establecido , ocupamos la parte posterior  y el automóvil arrancó sin perder un segundo . Al volante y en asiento contiguo  - silenciosos como tumbas - viajaban dos individuos absolutamente desconocidos para nosotros . Vestían ala usanza árabe  : sendos abba  o albornoces de lana de color marrón oscuro y , cubriendoles  las cabezas , otros tantos pañuelos  a cuadros blancos y rojos  , sujetos al cráneo con dos vueltas de gruesa cuerda negra  . Uno de ellos  , el que conducía  , a juzgar por su mostacho , perilla y piel caoba  , debía  ser un auténtico musulman. Quizá un beduino . El otro en cambio , más joven , blanco , de nariz prominente y ojos claros  , presentaba  unas características  muy típica de los sabras . Ambos , por descontado , debian ser miembros  del Ejército judío o nunca lo supimos , quizá  de alguno de los servicios de Intelibencia de Israel . Pero lo importante  es que estaban allí para ayudarnos
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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