martes, 21 de julio de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - El Diario ( 63 )

A las 08 horas , cuando la contemplación  de las famosas cuevas de Qumrán - donde los beduinos  descubrieron los célebres  Rollos del mar Muerto - había logrado distraer en parte  nuestra tristeza , el rotor de un helicóptero del Ejército nos devolvió a la realidad . Procedía del norte  y venía costeando , a baja altura  , sobre los escasos  trescientos metros  de dunas que nos separaban de la orilla del gran lago . Todos . instintivamente  , clavamos  las miradas en el teniente . Pero el oficial , impasible , se limitó a echar una ojeada al aparato . Éste  , tras inmovilizarse  unos segundos frente al microbús  , levantando oleadas de arena  y agitando sin piedad las masas de juncos y retamas  , reemprendió el vuelo en dirección sur  . Aunque aquella zona , desde el extremo noroccidental del mar Muerto , se encontraba alambrada y sembrada  de carteles  en los quese recordaba  la prohibición de bañarse  y el carácter militar de dicha franja  , todos tuvimos  el mismo sentimiento : aquel helicoptero no se hallaba precisamente  en un vuelo rutinario . Y el hecho de haber efectuado un estacionario frente al vehículo aumentó nuestras sospechas . No había duda  . La marcha del microbús  estaba siendo vigilada .
El conductor aceleró , dejando atrás el oasis de Ein Gedi . Y a las 08 horas 20 minutos , ante la curiosidad general , abandonaba la ruta general , tomando un desvío situado a la derecha .
En mitad del inesperado cruce  , un enorme cartel nos << gritó >> el nombre de nuestro inminente destino . Un destino que , efectivamente , me había sido adelantado por el general Curtiss....
¡<< Masada >> !
Un murmullo rompió el silencio del grupo , fascinado ante la repentina  aparición por el oeste de la histórica  y altiva roca  . En poco más de ocho minutos  , el microbús  salvó los escasos tres kilómetros  de curvas que unen la base de la gran montaña  truncada  co la orilla del mar Muerto . Con el paso de los siglos  , las torrenteras - como en aquellos tormentosos momentos  - habían ido esculpiendo extrañas y casi mágicas formas entre las dunas y montículos  ocres y amarillentos  que acorralan casi en su totalidad la formidable << meseta >> de Masada .
Autor : J.J. Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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