viernes, 31 de julio de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2- El Diario ( 120 )

A partir de esos momentos , excusándose  en un pertinaz dolor de cabeza  , nuestro jefe desapareció del foso . Y , tras solicitar permiso para abandonar el campamento , se perdió en la soledad de las ruinas del sector norte de la meseta . Era evidente  que necesitaba  reflexionar y - ¿ quién podía sospecharlo entonces ?  - tomar una crítica decisión .
Eliseo , algunos de los directores  y yo intercambiamos una mirada llena de funestos  presagios . Pero las labores en la estación siguieron al ritmo acostumbrado .
Antes de retirarnos a descansar  , Eliseo y yo fuimos requeridos por el equipo de directores , que nos mostró  uno de los documentos  : el contenido en el segundo sobre . Procedía  del Centro Geológico de Colorado y era la respuesta  de los expertos  en terremotos  a los sismogramas obtenidos  en la cima del monte  de los Olivos en la imborrable  jornada del 7 de abril del año 30 . Tal y como presumía  Caballo de Troya  , los análisis apuntaban hacia una << estimable  explosión subterránea  >>, como explicación más verosímil de lo que aparecía  en los registros digitales y analógicos  . Naturalmente  , los sismólogos  no habían sido informados  del lugar ni la fecha  en que fueron captados dichos movimientos  telúricos  . Por esta razón , los especialistas en sismoligía  - aunque fijaban la magnitud de las sacudidas , la posible energía liberadad en la supuesta exploxión y otros parámetros  complementarios  . hacían incapié  en la necesidad de conocer , sobre todo , las coordenadas de la estación sismográfica  de la que procedían los misteriosos sismogramas . Con este dato y la datación exacta  de los movimientos sismicos - olvido calificado de incomprensible  por los mencionados expertos de Colorado -, era posible  una consulta a la red de estaciones más cercana , complementando así el estudio . Por supuesto , Caballo de Troya jamás les proporcionaría los informas solicitados  y supuestamente << olvidados >>
Para nosotros  era más que suficiente  la simple ratificación de que estábamos  ante una serie de temblores  , provocada  por una explosión y no por un terremoto  común y corriente  . A la vista de las ondas longitudinales - del tipo << P >> -, muy claras , y de las que fueron registradas a continuación - superficiales - , más pequeñas y regulares  , los sismólogos  habían fijado  la magnitud de la segunda sacudida  entre 6,0 y 6,9 , inclinandose , con ciertas reservas , hacia 6,5 . La energía liberada  para esta última magnitud correspondía a 5,6 X 10 `21 ergios  . En otras palabras  , una detonación equivalente a unos 125 kilotones , con una intensidad , según la escala de Mercalli , de VII , apróximadamente.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez                                                             

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