viernes, 17 de julio de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2- El Diario ( 46 )

Era el padre  José Momtalverne  . Casualmente  , jardinero de excepción y una de las autoridades  mundiales  en el asunto de los añosos olivos  de Getsemaní  , Bajo las brillantes  hojas verdiblancas del improvisado << paraguas >> se estableció entre ambos  una viva corriente  de sinpatía  . Cuando le interrogué  acerca de la antiguadad reaql de aquellos  ocho ejemplaresn . el religioso sonrió maliciosamente  , como si aquella pregunta  fuera habitual entre los peregrinos  que les visitan a diario . El amable  y paciente franciscano me explicó entonces que habían sometido una porción de un tronco abatido en 1954 a las pruebas del carbono 14 . Pues bien , según las tablas de Nieh - Bohr , aquella madera se remonta a 200 años antes de Cristo . Al replicarle que los romanos  habían ordenado la tala de todos  los árboles que rodeaban Jerusalén , Montaverne , sin inmutarse , me aconsejó que si deseaba mayor información sobre los olivos no dudase en consultar con el profesor Shimon Lavee , director del Volcani Agriculture Centre , en Bet- Dagan . Lavee es considerado como el más grande especialista  del mundo en olivos . Y según este científico , << cualquier olivo de Israel que tenga una circunferencia en su base de seis metros  , tiene , al menos , dos mil años >> . El Franciscano señaló entonces el rugoso y atormentado troco del árbol que nos resguardaba de la lluvia , añadiendo :
-... Y este , querido amigo  , tiene 11,80 metros .
La verdad es que no necesitaba  de tantas explicaciones  . Pero fueron bien recibidas. Saltaba a la vista  que algunos de los venerados  olivos del huerto de Getsemaní sumaban dos mil años  o más .
Y movido por un íntimo deseo  , tomá una de las ramas entre mis dedos , apro
óximandola a los labios  . El buen franciscano  , conmovido  quizá por aquel espontáneo  beso , se apresuró entonces  a cortar un manojo  de hojas , entregándomelo  . Yo sabía  que aquello estaba prohibido  . Una de las justificaciones  de la cerca  metálica  que rodea los ocho olivos es precisamente ésta : evitar que el exceso de celo de los peregrinos  asole  los árboles . Y agradecí doblemente  su generosidad  . Hoy , las espigadas  , todavia verdes  y queridas hojas son el único recuerdo físico de mi paso por Israel.
En esta parte del diario del mayor aparece un sobrecillo de plástico , grapado al folio correspondiente  , conteniendo tres hojas de olivo de 4,5 centímetros  de longitud cada una  . Para mi también  costituyen un preciado << tesoro >> .... ( nota del autor )
Autor :J.J. Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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