viernes, 21 de octubre de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 7 - 17 de setiembre , lunes , año 25 ( 26 )

Assi lanzó un grito ,suplicando al maestro que se alejara de Aru . Jesús siguió mudo . Los largos dedos del Hijo del Hombre se posaron una y otra vez sobre el pelado cuero cabelludo del agitado negro . La respiración de Aru era convulsa . Continuaba boca abajo , no sé si inconsciente . Busqué a Eliseo con la mirada . Permanecía detras del niño , tan desconcertado como todos . En esos momentos no sabíamos - no podíamos saber - Cuáles eran los pensamientos y las intenciones de aquel Hombre . Fue después , mucho después , cuando entendimos lo que realmente sucedió en aquel atardecer , en el kan del lago Hule ...
El Maestro miró al excitado auxiliador , y aquellos ojos - firmes y dulces al mismo tiempo - lo traspasaron . Assi enmudeció. No cruzaron una sola palabra . Y el esenio , comprendiendo que la orden no admitia discusión ni demora , se volvió a Denario y , por señas , le indicó que buscara a alguien . El sordomudo , admirado ante el evidente valor del Galileo , obedeció al instante , desapareciendo por detras de las cabañas .
No salía de mi asombro . ¿ Por qué liberar al peligroso negro ? ¿ Qué pretendía Jesús ?
 Me hallaba muy cerca , a cosa de metro y medio , e intenté buscar una explicación en el rostro o en sus gestos . Lo que acerté a descubrir no me sirvió en esos críticos instantes . Como decía , era muy pronto para comprender ...
El Maestro , en silencio , terminó por doblar la pierna derecha , arrodillándose frente al negro . Hizo girar el cuerpo de Aru y lo alzó suavemente , dejando que las espaldas descansaran sobre sus muslos . Inmovilizó la cabeza del amok sobre el vientre , buscó la cinta de tela que sujetaba sus cabellos y fue a desatarla .
Aru , con los ojos cerrados y la repiración entre cortada , parecía haber perdido la conciencia . Una de las cejas , rota por el impactocontra la escoria volcánica , manaba sangre en abundancia . El Maestro , entonces , se dirigió de nuevo al esenio y solicitó agua . Assi dudó . Al punto , sin embargo , rendido ante aquella voz afable y decidida , dio medial vuelta , obedeciendo .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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