sábado, 29 de octubre de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 7 - 18 de setiembre , martes ( 5 )

Permanecimos  inmóviles . Los individuos cruzaron ante nosotros y , sin mirarnos siquiera , se perdieron por el portalón .
Jesús procedió entonces a  guardar el ropón en el saco de viaje y , con su habitual mutismo , se dirigió al interior del albergue .
La reacción del Galileo nos desconcertó . Aquello podía complicarse todavía más ...
Eliseo se aopresuró a seguirlo . Yo lancé una mirada a mi alrededor y tras comprobar que la senda se hallaba desierta , me fui tras los pasos de mi compañero
Los vendedores , en el centro de la explanada , formaban ahora un apretado círculo . Continuaban con los puños en alto , vociferando y blasfemando .
Temí lo peor . Aru , seguramente , estaba siendo acorralado y acosado . ¿ Qué hacer ? Nada . Ésas eran las normas de << Caballo de Troya >> . No podíamos intervenir . Sólo observar...
El Maestro rodeó la alterada cuadrilla de felah y , sin dudarlo un instante , siguió caminando hacia el arco de entrada de la posada propiamente dicha . Parecía conocer el lugar . Ésa , al menos , fue la primera impresión.
Y sin saber qué decisión debía adoptar , me dejé llevar por el instinto . Eliseo se abrió paso entre los nerviosos campesinos y yo hice otro tanto . La verdad es que no me agradaba la idea de que Aru fuera lapidado .
Y el Destino , una vez más , se burló de quien esto escribe ...
Entre los felah , pálido , sin saber a quién  escuchar , encontramos a un viejo conocido : Sitio , el homosexual y dueño de la posada en la que habíamos pernoctado de camino hacia el Hermón . Vestía una vaporosa túnica de seda azul que realzaba el estrecho y huesudo rostro y el cráneo mondo y lirondo . En la mano derecha brillaba un largo y afilado cuchillo . Del negro , ni rastro...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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