A media voz , recreándose en una olorosa copa de vino , Meir lamentó que << un hombre capaz de obrar un prodigio como el de Caná no hubiera evitado una muerte tan injusta y humillante >>. La Señora y yo nos miramos de nuevo . Y la madre del Nazareno , tomando las manos del sanador , le preguntó si estaba al corriente de las << últimas noticias >> . Asintió con gravedad , relacionando dichas novedades con la crucifixión . La mujer negó con la cabeza , informándole atropelladamente de las apariciones registradas en Jerusalén , Betania , y de las más recientes , a orillas del yam.
Los ojos de Meir , cargados de experiencia , no se conmovieron ante las entusiastas palabras de su amiga . Escuchó con atención . Formuló algunas , muy pocas preguntas acerca de << ese cuerpo resucitado que ninguna de las mujeres reconoció >> y , apurando su copa , resumió su sincero y leal entender :
- Hija mía , llevo cincuenta años entregado al estudio de la medicina y de otros saberes. El cuerpo humano tiene doscientos cuarenta y ocho huesos y que las venas principales son tantas como como días tiene un año . He abierto cadáveres y puedo asegurarte que sus restos - el rofé señaló una de las calaveras - siguen ahí , conmigo y ahí continuaran ...
María , perpleja , intuyendo las conclusiones de Meir , le interrumpió , protestando . El anciano sonrió con benevolencia . Y acariciando los cabellos de la alterada galilea replicó sin maldad , pero con una contundencia que no admitía discusión:
- ... Todos le echamos de menos . Y todos , María , deseariamos volver a verle . Pero , que yo sepa , los muertos no regresan ... Ni siquiera los profetas .
La postura del << auxiliador >> de Caná , hombre culto , equilibrado y amigo de la familia , constutuía el modelo de pensamiento de la mayoría de los hombres y mujeres de aquel tiempo en relación a la resurrección de jesús : Los creyentes , en base a la lectura evangélica , pueden pensar que el indudable hacho físico de la vuelta a la vida del Galileo fue algo aceptado por la comunidad judía . Grave error . Sólo los muy íntimos , y con dificultades , asimilaron esta ardua realidad.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Los ojos de Meir , cargados de experiencia , no se conmovieron ante las entusiastas palabras de su amiga . Escuchó con atención . Formuló algunas , muy pocas preguntas acerca de << ese cuerpo resucitado que ninguna de las mujeres reconoció >> y , apurando su copa , resumió su sincero y leal entender :
- Hija mía , llevo cincuenta años entregado al estudio de la medicina y de otros saberes. El cuerpo humano tiene doscientos cuarenta y ocho huesos y que las venas principales son tantas como como días tiene un año . He abierto cadáveres y puedo asegurarte que sus restos - el rofé señaló una de las calaveras - siguen ahí , conmigo y ahí continuaran ...
María , perpleja , intuyendo las conclusiones de Meir , le interrumpió , protestando . El anciano sonrió con benevolencia . Y acariciando los cabellos de la alterada galilea replicó sin maldad , pero con una contundencia que no admitía discusión:
- ... Todos le echamos de menos . Y todos , María , deseariamos volver a verle . Pero , que yo sepa , los muertos no regresan ... Ni siquiera los profetas .
La postura del << auxiliador >> de Caná , hombre culto , equilibrado y amigo de la familia , constutuía el modelo de pensamiento de la mayoría de los hombres y mujeres de aquel tiempo en relación a la resurrección de jesús : Los creyentes , en base a la lectura evangélica , pueden pensar que el indudable hacho físico de la vuelta a la vida del Galileo fue algo aceptado por la comunidad judía . Grave error . Sólo los muy íntimos , y con dificultades , asimilaron esta ardua realidad.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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