La lectura de Jesús , solemne , dulce , varonil , rotunda , les llenó de paz y esperanza ...
- Y de odio - medió la Señora , aportando un dato que ya flotaba en mi mente -. Odio entre los de siempre ... Odio en los corazones de los que asociaron aquella lectura con mis sueños mesiánicos . El saduceo , sobre todo , que siempre menospreció nuestras creencias en el Mesías , interpretó las últimas frases de mi Hijo como una basfemia solapada . Él sabía que Jesús era considerado << el niño de la Promesa >>. La noticia , inevitablemente , terminó por correr de boca en boca . Y el atrevimiento de Jesús le pareció intolerable . << ¿ Quién se cree este engreído carpintero ? ( llegó a murmurar ) Suponiendo que el Ungido aparezca , ¿ es que no sabe que primero será designado como sacerdote ? >>
>> Querido Jasón : ¿ entiendes ahora cuán viejas y profundas son las raíces del odio de esa víbora ? >>
Me hacía cargo . Y una nueva inquietud parpadeó en mi ánimo . La circunstancia de haber sido maestro del Jesús niño me obligaba a interrogarle . Pero , dada mi condición de << amigo de la familia >> , ¿ aceptaría recibirme ? De momento opté por congelar la cuestión . Tiempo al tiempo...
- Imagino que Jesús sabía de estos odios ...
- Sobradamente - puntualizó su madre -. Pero había << algo >> en él que desconcertaba . Desde muy niño le repugnaba la violencia . Y no era un problema de falta de valor o de vigor físico . Todos le vimos cargar maderos de dos y tres etah . - Considerando que un etah equivalía a 45 kilos , la expresión de la madre se me antojó un tanto exagerada . Pero todo era posible en aquel soberbio ejemplar humano -. Nadie le vio retroceder ante una amenaza o arrugarse como una mujer en la oscuridad . Era bravo y valeroso.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- Y de odio - medió la Señora , aportando un dato que ya flotaba en mi mente -. Odio entre los de siempre ... Odio en los corazones de los que asociaron aquella lectura con mis sueños mesiánicos . El saduceo , sobre todo , que siempre menospreció nuestras creencias en el Mesías , interpretó las últimas frases de mi Hijo como una basfemia solapada . Él sabía que Jesús era considerado << el niño de la Promesa >>. La noticia , inevitablemente , terminó por correr de boca en boca . Y el atrevimiento de Jesús le pareció intolerable . << ¿ Quién se cree este engreído carpintero ? ( llegó a murmurar ) Suponiendo que el Ungido aparezca , ¿ es que no sabe que primero será designado como sacerdote ? >>
>> Querido Jasón : ¿ entiendes ahora cuán viejas y profundas son las raíces del odio de esa víbora ? >>
Me hacía cargo . Y una nueva inquietud parpadeó en mi ánimo . La circunstancia de haber sido maestro del Jesús niño me obligaba a interrogarle . Pero , dada mi condición de << amigo de la familia >> , ¿ aceptaría recibirme ? De momento opté por congelar la cuestión . Tiempo al tiempo...
- Imagino que Jesús sabía de estos odios ...
- Sobradamente - puntualizó su madre -. Pero había << algo >> en él que desconcertaba . Desde muy niño le repugnaba la violencia . Y no era un problema de falta de valor o de vigor físico . Todos le vimos cargar maderos de dos y tres etah . - Considerando que un etah equivalía a 45 kilos , la expresión de la madre se me antojó un tanto exagerada . Pero todo era posible en aquel soberbio ejemplar humano -. Nadie le vio retroceder ante una amenaza o arrugarse como una mujer en la oscuridad . Era bravo y valeroso.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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