Miriam y Ruth asintieron . Y quien esto escribe se quedó con las ganas de interrogarles acerca de ambos asuntos : la identidad de los agresores y las razones de su cólera . Más , no desenado interrumpir el hilo principal de la narración , eligí esperar e ir comprobándolo por mi mismo .
- Los lazos entre el pueblo y nuestra familia se anudaron de tal forma que , durante aquel invierno , rara era la noche que la casa no se veía invadida por gentes que acudían a hacernos compañía , a escuchar a Jesús en sus habituales lecturas de las Escrituras o , sencillamente , a disfrutar de su música .
En efecto . En aquellos difíciles días , el joven Jesús combatió su natural amargura , refugiaándose en los suyos y en su arpa . Yo tenía conocimiento de la existencia de este pequeño instrumental musical - probablemente un kinnor -, a raíz de mis conversaciones en Betania . Y a decir verdad , no se explicar por qué , desde el primer momento me sentí atraído hacia él . Tenía que averiguar dónde se hallaba , qué había sido del entrañable << compañero >> del Maestro ... Esta obsesiva busqueda del << arpa >> me conduciría , a no tardar , a una de las situaciones más penosas en las que me vi envuelto en toda la aventura palestina ... Pero vallamos por partes . Al escuchar la palabra << música >> interrumpí a mi confidente , interesándome por el paradero del viejo instrumento . María , compartiendo mi curiosidad , se encogió de hombros . Ni ella ni sus hijas lo habían vuelto a ver . Cuando la falta de recursos económicos les acorraló el propio Jesús se desprendió del kimnor , << vendiéndolo por la mísera cantidad de un par de denarios de plata >>.
- De eso , querido y curioso amigo - sentenció la SEñora , dando por perdido el asunto -, hace ya muchos años ...
La fugaz alusión al dinero me dio pie a preguntar sobre ptro capítulo , aunque prosaico , no menos importante : ¿ en qué situación les había dejado José ?
- Buena , Jasón .... Mi marido había ahorrado una sustanciosa cantidad . Y de eso fuimos viviendo . Mi Hijo se destapó como un prudente administrador . Era generoso , pero ahorrativo . Además , tal y como establece la ley , imaginamos que el gobernador de Séforis fijaría una importante suma en concepto de indemnización ...
La Señora esbozó una irónica sonrisa . Tal indemnización , reclamada algún tiempo despues por Jesús al tetrarca de Galilea , el tristemente célebre Herodes Antipas ( el viejo zorro ) , no llegó jamás . Este nuevo << golpe >> precipitaría << otros acontecimientos >>.
- ... Al no contar con esos dineros , que nos correspondían en justicia , todo se demoronó . Antes de un año , los fondos acumulados por mi esposo se agotaron . Y no tubimos otra opción que sacar a la venta una de las casas propiedad de José y del padre de Jacobo . Ello nos permitió un respiro . Pero nuestro destino estaba escrito con la tinta de la pobreza...
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- Los lazos entre el pueblo y nuestra familia se anudaron de tal forma que , durante aquel invierno , rara era la noche que la casa no se veía invadida por gentes que acudían a hacernos compañía , a escuchar a Jesús en sus habituales lecturas de las Escrituras o , sencillamente , a disfrutar de su música .
En efecto . En aquellos difíciles días , el joven Jesús combatió su natural amargura , refugiaándose en los suyos y en su arpa . Yo tenía conocimiento de la existencia de este pequeño instrumental musical - probablemente un kinnor -, a raíz de mis conversaciones en Betania . Y a decir verdad , no se explicar por qué , desde el primer momento me sentí atraído hacia él . Tenía que averiguar dónde se hallaba , qué había sido del entrañable << compañero >> del Maestro ... Esta obsesiva busqueda del << arpa >> me conduciría , a no tardar , a una de las situaciones más penosas en las que me vi envuelto en toda la aventura palestina ... Pero vallamos por partes . Al escuchar la palabra << música >> interrumpí a mi confidente , interesándome por el paradero del viejo instrumento . María , compartiendo mi curiosidad , se encogió de hombros . Ni ella ni sus hijas lo habían vuelto a ver . Cuando la falta de recursos económicos les acorraló el propio Jesús se desprendió del kimnor , << vendiéndolo por la mísera cantidad de un par de denarios de plata >>.
- De eso , querido y curioso amigo - sentenció la SEñora , dando por perdido el asunto -, hace ya muchos años ...
La fugaz alusión al dinero me dio pie a preguntar sobre ptro capítulo , aunque prosaico , no menos importante : ¿ en qué situación les había dejado José ?
- Buena , Jasón .... Mi marido había ahorrado una sustanciosa cantidad . Y de eso fuimos viviendo . Mi Hijo se destapó como un prudente administrador . Era generoso , pero ahorrativo . Además , tal y como establece la ley , imaginamos que el gobernador de Séforis fijaría una importante suma en concepto de indemnización ...
La Señora esbozó una irónica sonrisa . Tal indemnización , reclamada algún tiempo despues por Jesús al tetrarca de Galilea , el tristemente célebre Herodes Antipas ( el viejo zorro ) , no llegó jamás . Este nuevo << golpe >> precipitaría << otros acontecimientos >>.
- ... Al no contar con esos dineros , que nos correspondían en justicia , todo se demoronó . Antes de un año , los fondos acumulados por mi esposo se agotaron . Y no tubimos otra opción que sacar a la venta una de las casas propiedad de José y del padre de Jacobo . Ello nos permitió un respiro . Pero nuestro destino estaba escrito con la tinta de la pobreza...
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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