El Zebedeo , con el odre en bandolera , acudió junto a la Señora y ambos , bajo la atenta mirada del funcionario , cruzaron el calvero en dirección oeste , deteniéndose en el límite del bosque . Allí , entre los troncos de los terebintos más avanzados , se alzaba un rustico altar de un metro de altura , construido con lajas de caliza superpuestas . María extendió su brazo izquierdo hacia el ara , abandonando el cuenco sobre la superficie . El recipiente contenía una sustancia amarillenta , en forma de lágrimas , que , en un primer momento , me recordó el incienso de África . No estaba equivocado . Y pasando el candil del Zebedeo , éste aproximó la llama a las pajizas y demiopacas lágrimas que ardieron al punto con una luz blanca . Y una columna de humo espeso y nevado , de un penetrante y muy agradable olor se levantó hacia los sagrados terebintos . Aquel , en efecto , era uno de los árboles míticos del pueblo hebreo y aquélla una ceremonia no menos ancestral , conservada con respeto y amor por los galileos .
Y Juan , alzando los brazos al cielo , entonó un pasaje del Génesis :
- Así dieron a Jacob todos los dioses ajenos que había en poder de ellos , y los zarcillos que estaban en sus orejas .... Y Jacob los escondió debajo de un elah que estaba juntoa Siquem.
Concluido el breve cántico le tocó el turno a la SEñora . Pero , en lugar de recitar un pasaje bíblico , como era la costumbre , se dejó arrastrar por su intrépido y sensible corazón , elevando , con el incienso , una plegaria que , en parte me resultó familiar:
- ... Padre nuestro , que nos has creado , arrancándonos como un destello eterno de tu corazón de oro ... Que estas en los cielos ..... Que estas en los cielos limitados de cada dolor y de cada enfermedad ... Que estás en la sangre que se derrama ... Que estás en el cielo sin distancia del amor ... Santificado sea tu nombre ... Santificado y repetido con orgullo , con la satisfacción del hijo del poderoso ... Venga a nosotros tu reino ... Llegue a los hombres la sombra de la sabiduría .... Venga a nosotros la brisa que impulsa la vela ... Venga pronto la señal de tu Hijo , mi añorado Hijo , venga a nosotros las otras verdades de tu reino ... Hágase tu voluntad en la Tierra y en los cielos ... Y que el hombre sepa comprenderlo... Que los espíritus conzcan que nada muere o cambia sin tu conocimiento .... Que no perdamos el sentido de tu última palabra : << Amaos >> ... Hágase tu voluntad , aunque no la entendamos ... El pan nuestro de cada día , dánosle hoy ... Danos el pan de la paciencia y el del reposo ... Danos el pan de la alegría de los pequeños momentos ... Danos el pan de las promesas ... Danos el pan del valor y de la justicia ... Y el fuego y la sal de la compañía ... Y también el llanto que limpia ... Danos , Padre , el rostro sin rostro de tu imagen .... Y perdona nuestras deudas ... Disculpa nuestros errores como el padre olvida la torpeza del hijo ... Perdona las tinieblas de nuestro egoismo ... Perdona las heridas abiertas ... Perdona los silencios y el trueno de las calumnias ... Perdona nuestra pesada carga de desconfianza ... Perdona a este mundo que , a fuerza de soledad , se está quedando solo ... Perdona nuestro pasado y nuestro futuro ... Y no nos dejes caer en la tentación .... Líbranos de la ceguera de corazón ... No nos dejes caer en la tentación de la riqueza , ni en la miseria y estrechez de espíritu ... Libranos , Padre , de toda certidumbre y seguridad materiales ... Libranos .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Y Juan , alzando los brazos al cielo , entonó un pasaje del Génesis :
- Así dieron a Jacob todos los dioses ajenos que había en poder de ellos , y los zarcillos que estaban en sus orejas .... Y Jacob los escondió debajo de un elah que estaba juntoa Siquem.
Concluido el breve cántico le tocó el turno a la SEñora . Pero , en lugar de recitar un pasaje bíblico , como era la costumbre , se dejó arrastrar por su intrépido y sensible corazón , elevando , con el incienso , una plegaria que , en parte me resultó familiar:
- ... Padre nuestro , que nos has creado , arrancándonos como un destello eterno de tu corazón de oro ... Que estas en los cielos ..... Que estas en los cielos limitados de cada dolor y de cada enfermedad ... Que estás en la sangre que se derrama ... Que estás en el cielo sin distancia del amor ... Santificado sea tu nombre ... Santificado y repetido con orgullo , con la satisfacción del hijo del poderoso ... Venga a nosotros tu reino ... Llegue a los hombres la sombra de la sabiduría .... Venga a nosotros la brisa que impulsa la vela ... Venga pronto la señal de tu Hijo , mi añorado Hijo , venga a nosotros las otras verdades de tu reino ... Hágase tu voluntad en la Tierra y en los cielos ... Y que el hombre sepa comprenderlo... Que los espíritus conzcan que nada muere o cambia sin tu conocimiento .... Que no perdamos el sentido de tu última palabra : << Amaos >> ... Hágase tu voluntad , aunque no la entendamos ... El pan nuestro de cada día , dánosle hoy ... Danos el pan de la paciencia y el del reposo ... Danos el pan de la alegría de los pequeños momentos ... Danos el pan de las promesas ... Danos el pan del valor y de la justicia ... Y el fuego y la sal de la compañía ... Y también el llanto que limpia ... Danos , Padre , el rostro sin rostro de tu imagen .... Y perdona nuestras deudas ... Disculpa nuestros errores como el padre olvida la torpeza del hijo ... Perdona las tinieblas de nuestro egoismo ... Perdona las heridas abiertas ... Perdona los silencios y el trueno de las calumnias ... Perdona nuestra pesada carga de desconfianza ... Perdona a este mundo que , a fuerza de soledad , se está quedando solo ... Perdona nuestro pasado y nuestro futuro ... Y no nos dejes caer en la tentación .... Líbranos de la ceguera de corazón ... No nos dejes caer en la tentación de la riqueza , ni en la miseria y estrechez de espíritu ... Libranos , Padre , de toda certidumbre y seguridad materiales ... Libranos .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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