Algunos de los ancianos y mujeres , aterrorizados , escaparon calle abajo . Pero la veintena de fanatizados vecinos , aullando como lobos , se dobló a un tiempo sobre el terrenom , a la búsqueda de piedras . Ismael , sin dejar de entonar su sentencia , se mezcló con el grupo , topando con unos y con otros en la embarullada recogida de rocas . Y sin más , en uno de los más violentos ataques que jamás hubiera llegado a imaginar , una lluvia de piedras , arrojadas desde cuatro , ocho y diez metros , comenzó a golpear los cuerpos de Jacobo y de Santiago , así como el muro de la casa y , por supuesto , a quien esto escribe . Y la palabra << muerte >> , coreada por los jadeantes energúmenos , se mezcló con el ruido de los impactos sobre la fachada y los irremediable gemidos de dolor de los dos hombres . La crítica situación apenas se prolongaría treinta segundos . El hermano de Jesús , protegiéndose la cabeza con los brazos , ordenó a su cuñado que entrara en la casa . Acto seguido , de un salto , él mismo desapareció de la escena . Y ante mi desolación , la cenicienta puerta fue cerrada y atrancada . Y durante breves instantes , las piedras siguieron cayendo sobre la hoja , acumulándose negras en el umbral . Dios quiso que este asustado explorador supiera y pudiera reaccionar a tiempo . Y el odio de aquella partisa se volvió hacia mí . Y sin saber , sin preguntar , unos rostros y manos verdiazules reclamaron mi vida . En realidad , yo era << uno de ellos >> . Así lo interpretaron y , consecuentemente , la fallida lapidación - más violenta si cabe - me tomó como víctima propiciatoria .
Pero antes de que acertaran a inclinarse de nuevo sobre la calzada , una primera descarga de 21 000 Herz entraba en la calva color bronce del saduceo , alterando su aparato << vestibular >> . En centésimas de segundo , su oído interno sufrió la invasión de los ultrasonidos , bloqueando el conducto semicircular membranoso , con la fulminante pérdida de la posición de la cabeza y del cuerpo en el espacio . Y con los ojos desorbitados y la lengua colgando se desplomó redondo . La inmovilización estaba garantizada durante algunos minutos . El inesperado derrumbamiento del sacerdote provocó un silencio sepulcral . Y aprovechando la ventaja de la confusión pulsé de nuevo el clavo . Y otro << hilo >> infrarrojo penetró implacable en la frente de uno de los ancianos que se había apresurado a auxiliar a Ismael . El segundo desmayo fue decisivo . La tripa , descompuesta , soltó las piedras y , movida por un pánico supersticioso , dirigió los rostros al azul marino del cielo . Y recordé la maldición del Zebedeo . Y en un ayear vergonzoso , atropellándose mutuamente , desaparecieron entre los patios y callejones colindantes .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Pero antes de que acertaran a inclinarse de nuevo sobre la calzada , una primera descarga de 21 000 Herz entraba en la calva color bronce del saduceo , alterando su aparato << vestibular >> . En centésimas de segundo , su oído interno sufrió la invasión de los ultrasonidos , bloqueando el conducto semicircular membranoso , con la fulminante pérdida de la posición de la cabeza y del cuerpo en el espacio . Y con los ojos desorbitados y la lengua colgando se desplomó redondo . La inmovilización estaba garantizada durante algunos minutos . El inesperado derrumbamiento del sacerdote provocó un silencio sepulcral . Y aprovechando la ventaja de la confusión pulsé de nuevo el clavo . Y otro << hilo >> infrarrojo penetró implacable en la frente de uno de los ancianos que se había apresurado a auxiliar a Ismael . El segundo desmayo fue decisivo . La tripa , descompuesta , soltó las piedras y , movida por un pánico supersticioso , dirigió los rostros al azul marino del cielo . Y recordé la maldición del Zebedeo . Y en un ayear vergonzoso , atropellándose mutuamente , desaparecieron entre los patios y callejones colindantes .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto