Y como tantos otros << hombres en proyecto >> esquivó los bienintencionados acosos de su madre , << que nunca le entendía >>.
- Nunca supe del porqué de aquellos largos paseos por la colina - confesó Maria con idéntica desolación a la que las madres que hoy puedan recurrir a un psicólogo -. Para mi sólo era un niño ... Deseaba protegerle , mimarle .... Pero él , arisco , me evitaba . Y lo que era peor , raramente me abría su corazón . Muchas veces me pregunté si la necesidad de aportar dinero al hogar , arruinando así sus acariciados proyectos de estudiar en Jerusalén , no fue la causa de su mutismo ....
Obviamente se equivocaba . Como en la actualidad . el corazón de aquel joven era más cristalino y generoso de lo que los adultos , intoxicados por la experiencia , solemos pensar . Sencillamente , ése era el proceso a seguir : el << descubrimiento >> de la vida , como el hierro en la forja , es generalmente penoso . Y raro es el hierro que , en plena incandescencia , manifiesta su dolor vociferando contra el herrero . Jesús , por puro instinto humano , fue aprendiendo que sólo los exitos parciales y el contentarse constituyen las llaves de horizontes más prometedores . María , como digo , se equivocaba . Su Hijo la amaba profundamente . Quizá con más intensidad que nunca . En los jovenes de nobles sentimientos , aunque no lleguen a exteriorizarlos , una tragedia o un reves familiar purifica sus afectos . Pero también sería justo comprender su lucha y desasosiego interiores . Como todo hombre de quince o dieciseis años , Jesús tenía proyectos . Uno de ellos , en especial , le consimía . Y tal y como vemos en la sociedad del siglo veinte , tuvo que aprender la lección de la paciencia . Es cierto que , al contrario de lo que hoy se repite con demasiada frecuencia , aquel muchaco no vio mermado << su derecho >> a cargar con sus propias responsabilidades . Y maría , aunque forzada por las circunstancias , se vio libre , como digo , de ese error en el que suelen incurrir los padres de hoy : apartar a los hijos de toda suerte de responsabilidades . Jesús , afortunadamente para Él , recibió y encajó la responsabilidad de una familia . Una obligación , si se me permite , excesiva para sus cortos años . Su fuerza moral - ni mayor ni menor que la de cualquier joven - hizo el resto . ¡ Cuán despistados estamos respecto al poder espiritual de los << nuevos hombres >>. ¡ Y cómo se desperdicia ese << tesoro >> , innato en todos los jovenjes , por el miedo de los << viejos hombres >> , que ya no recuerdan sus etapas de juventud !
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- Nunca supe del porqué de aquellos largos paseos por la colina - confesó Maria con idéntica desolación a la que las madres que hoy puedan recurrir a un psicólogo -. Para mi sólo era un niño ... Deseaba protegerle , mimarle .... Pero él , arisco , me evitaba . Y lo que era peor , raramente me abría su corazón . Muchas veces me pregunté si la necesidad de aportar dinero al hogar , arruinando así sus acariciados proyectos de estudiar en Jerusalén , no fue la causa de su mutismo ....
Obviamente se equivocaba . Como en la actualidad . el corazón de aquel joven era más cristalino y generoso de lo que los adultos , intoxicados por la experiencia , solemos pensar . Sencillamente , ése era el proceso a seguir : el << descubrimiento >> de la vida , como el hierro en la forja , es generalmente penoso . Y raro es el hierro que , en plena incandescencia , manifiesta su dolor vociferando contra el herrero . Jesús , por puro instinto humano , fue aprendiendo que sólo los exitos parciales y el contentarse constituyen las llaves de horizontes más prometedores . María , como digo , se equivocaba . Su Hijo la amaba profundamente . Quizá con más intensidad que nunca . En los jovenes de nobles sentimientos , aunque no lleguen a exteriorizarlos , una tragedia o un reves familiar purifica sus afectos . Pero también sería justo comprender su lucha y desasosiego interiores . Como todo hombre de quince o dieciseis años , Jesús tenía proyectos . Uno de ellos , en especial , le consimía . Y tal y como vemos en la sociedad del siglo veinte , tuvo que aprender la lección de la paciencia . Es cierto que , al contrario de lo que hoy se repite con demasiada frecuencia , aquel muchaco no vio mermado << su derecho >> a cargar con sus propias responsabilidades . Y maría , aunque forzada por las circunstancias , se vio libre , como digo , de ese error en el que suelen incurrir los padres de hoy : apartar a los hijos de toda suerte de responsabilidades . Jesús , afortunadamente para Él , recibió y encajó la responsabilidad de una familia . Una obligación , si se me permite , excesiva para sus cortos años . Su fuerza moral - ni mayor ni menor que la de cualquier joven - hizo el resto . ¡ Cuán despistados estamos respecto al poder espiritual de los << nuevos hombres >>. ¡ Y cómo se desperdicia ese << tesoro >> , innato en todos los jovenjes , por el miedo de los << viejos hombres >> , que ya no recuerdan sus etapas de juventud !
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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