Los judíos sabían que , de surgir la peste , disentería , etc ., debían evitar las aglomeraciones en las calles estrechas , la utilización de platos , cubiertos , ropa o alimentos que pudieran haber permanecido en contacto con los infectados , procurando no salir de sus viviendas en cuarenta días . Estaba prohibido cavar pozos en las inmediaciones de los cementerios y cisternas . El agua debía ser hervida cuando se tenía la menor sospecha de contaminación . La carne , aunque su consumo no era frecuente entre las clases pobres , tenía que ser cocida hasta que los parásitos quedaran destruidos . Desde tiempos inmemoriales , la carne cocida que no hubiera sido consumida al segundo día debía ser quemada . Naturalmente , quien disponía de semejante << jujo >> y no era un fanático de la ley no tenía muy presente la prohibición bíblica ...
Otro de los preceptos , muy difundidos entre los judíos y que nos llamó la atención a lo largo de toda nuesperipecia en Palestina , hacía alusión a los besos en la boca . La Ley << recomendaba >> evitarlos , en previsión de contagios . En su lugar estaba bien visto que el hombre besase al hombre en las mejillas , la frente o el dorso de la mano . El beso en los labios a la mujer , al menos en público , era causa de escándalo y , en ocasiones , de repudio .
En este interesante capítulo de la higiene , Meir se digno ilustrar a este ignorante explorador con una interminable cadena de máximas , extraídas en su mayoría del saber popular y que , con el tiempo , serían incluidas en los escritos rabínicos . He aquí algunas de las que más me impactaron : << El lavado matutino de manos y pies es más eficaz que todos los colirios del mundo >> << El cambio de una costumbre es el comienzo de una enfermedad >> << Bebe solamente agua hervida >> << El que exagera el ayuno , será considerado pecador >> << Puede profanarse el sábado a causa de las parturientas , lo quieran éstas o no . >> << Es exigible y recomendable una limpieza escrupulosa del cuello uterino dilatado>>.
La intensa y prolija exposición , por parte de mi anfitrión , de las excelencias médicas de la comunidad hebrea no podía concluir sin un abligado canto a las virtudes medicinales de las rosas , su gran especialidad .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Otro de los preceptos , muy difundidos entre los judíos y que nos llamó la atención a lo largo de toda nuesperipecia en Palestina , hacía alusión a los besos en la boca . La Ley << recomendaba >> evitarlos , en previsión de contagios . En su lugar estaba bien visto que el hombre besase al hombre en las mejillas , la frente o el dorso de la mano . El beso en los labios a la mujer , al menos en público , era causa de escándalo y , en ocasiones , de repudio .
En este interesante capítulo de la higiene , Meir se digno ilustrar a este ignorante explorador con una interminable cadena de máximas , extraídas en su mayoría del saber popular y que , con el tiempo , serían incluidas en los escritos rabínicos . He aquí algunas de las que más me impactaron : << El lavado matutino de manos y pies es más eficaz que todos los colirios del mundo >> << El cambio de una costumbre es el comienzo de una enfermedad >> << Bebe solamente agua hervida >> << El que exagera el ayuno , será considerado pecador >> << Puede profanarse el sábado a causa de las parturientas , lo quieran éstas o no . >> << Es exigible y recomendable una limpieza escrupulosa del cuello uterino dilatado>>.
La intensa y prolija exposición , por parte de mi anfitrión , de las excelencias médicas de la comunidad hebrea no podía concluir sin un abligado canto a las virtudes medicinales de las rosas , su gran especialidad .
Autor : J.J.benitez
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Antonio Martinez
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