Esas hipócritas bestias que rodean y adulan a Caifás no han tenido el menor escrúpulo en violar el sagrado sábado y han invadido mi propiedad . Cuando intenté bajar hasta la cripta , algunos de los guardianes del Santuario me salieron al paso , obligándome a salir del huerto . ¡ Es indigno ! ...
- Entonces - insinué - , nadie puede acercarse a la tumba .
- Nadie que no sea de la guarnición de Antonia o del cuerpo de levitas . Incluso , los muy salvajes , han retirado la losa que cubría el pozo del hortelano , uniéndola a la roca que cierra la cámara sepulcral . Despues han estampado el sello de Pilato para que nadie pueda removerlas .
Aquella noticia me dejó francamente preocupado . Los últimos minutos de mi misión en Jerusalén debían transcurrir precisamente lo más cerca posible del sepulcro . Caballo de TRoya tenía esoecial interés , como es lógico , en averiguar si la pretendida resurrección del Maestro de Galilea era o no una realidadobjetiva o , por el contrario , una leyenda . ¿ Cómo podía llevar a cabo mi observación si el paso al sepulcro se hallaba prohibido por aquellos 20 centinelas ?
Aún quedaban muchas horas y preferí no atormentarme con semejante dilema . Algo se me ocurriría ...
El Cambio de conversación de José me ayudo a olvidar temporalmente el asunto .
Con gran desconcierto por mi parte , una de las máximas preocupaciones del anciano judío era acertar con el epitafio que debía grabarse en la fachada rocosa del sepulcro donde reposaba el cuerpo de su Maestro . José traía escritas , incluso , algunas frases , que dio a leer a Jude y a Juan , respectivamente .
Con gesto grave , los tres hombres discutieron sobre el posible texto , llegando a la conclusión de que la última era quizá la más adecuada . Le rogué a Juan que me pasara el trozo de pergamino y , en arameo , leí lo siguiente :
Éste es Jesús , el Masías.
No hay aquí oro ni plata ,
sino sus huesos .
Maldito sea el hombre
que lo abra .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio martinez
- Entonces - insinué - , nadie puede acercarse a la tumba .
- Nadie que no sea de la guarnición de Antonia o del cuerpo de levitas . Incluso , los muy salvajes , han retirado la losa que cubría el pozo del hortelano , uniéndola a la roca que cierra la cámara sepulcral . Despues han estampado el sello de Pilato para que nadie pueda removerlas .
Aquella noticia me dejó francamente preocupado . Los últimos minutos de mi misión en Jerusalén debían transcurrir precisamente lo más cerca posible del sepulcro . Caballo de TRoya tenía esoecial interés , como es lógico , en averiguar si la pretendida resurrección del Maestro de Galilea era o no una realidadobjetiva o , por el contrario , una leyenda . ¿ Cómo podía llevar a cabo mi observación si el paso al sepulcro se hallaba prohibido por aquellos 20 centinelas ?
Aún quedaban muchas horas y preferí no atormentarme con semejante dilema . Algo se me ocurriría ...
El Cambio de conversación de José me ayudo a olvidar temporalmente el asunto .
Con gran desconcierto por mi parte , una de las máximas preocupaciones del anciano judío era acertar con el epitafio que debía grabarse en la fachada rocosa del sepulcro donde reposaba el cuerpo de su Maestro . José traía escritas , incluso , algunas frases , que dio a leer a Jude y a Juan , respectivamente .
Con gesto grave , los tres hombres discutieron sobre el posible texto , llegando a la conclusión de que la última era quizá la más adecuada . Le rogué a Juan que me pasara el trozo de pergamino y , en arameo , leí lo siguiente :
Éste es Jesús , el Masías.
No hay aquí oro ni plata ,
sino sus huesos .
Maldito sea el hombre
que lo abra .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio martinez
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