martes, 14 de febrero de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 8 - del 5 al 9 de noviembre ( 9 )

Entonces , uno de los felah me interrogó sobre lo esquivo y sospechoso de mi actitud , ocultándome entre la maleza del Firan . << No era propio de gente de Dios ... >>
Y acudí igualmente a la verdad . Tenía hambre pero , al verlos en el bosque , no supe que pensar .
<< Tiempo corto >> corrió hacia los asnos y regreso con una hogaza de pan negro y una generosa ración de queso . No hubo más cuestiones durante algunos minutos . Ellos retornaron  a sus faenas y quien esto escribe  , agradecido y hambriento , dio buena cuenta del almuerzo . De vez en cuando , el campesino que siempre corría regresaba hasta mí y se interesaba por mi apetito . No me equivoqué . Era gente de buen corazón . Siempre les estaré agradecido---
Y fue en una de esas breves conversaciones cuando Sa áh me sacó de mi error . Había oído perfectamente . Uno de los recolectores , al interrogarme , mencionó la palabra Firán , refiriéndose al arroyo . << Tiempo corto >> insistió . Aquél no era el Querit , como suponía . Me encontraba en el arroyo de los << ratones >> ( eso significaba firán en badu o beduino ) . En arameo lo conocían como ´attun,un riachuelo caliente , como un horno , en referencia , supongo , a las altas temperaturas que se alcanzaban en la angosta garganta durante los meses estivales . El Querit, como dije , era más río y discurría a cierta distancia , hacia el nordeste .
¿ Era un error de Yehohanan ? ¿ Estaba inventando , como sucedió en el vado de las << Columnas >> , en el río Yaboq ?
Algún tiempo después , cuando << todo se enderezó >>, quien esto escribe consultó en la << cuna >> . << Tiempo corto >> y los campesinos tenían razón . Aquel agreste paraje era El - Firán , famoso por las colinas de ratones que escavaban sus galerias en la dura roca caliza de los acantilados . Yehohanan , según su conveniencia modificaba el nombre del escenario . Allí jamás estuvo Elías ...
Pregunté por mis sandalias . Nadie sabía nada .
Y cercana la nona , a cosa de dos horas del ocaso , hice acopio de nueces y retorné a la cueva uno . Prometí regresar junto a los felah , siempre que mis << obligaciones con el vidente me lo permitieran >> . Entendieron . Fui yo el que no comprendió mi propia justificación . ¿ A que obligaciones me refería ? No tenía ninguna . Si estaba allí era por curiosidad . El Anunciador prometió enseñarme su secreto . De momento , sin embrago , nada de eso había ocurrido.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto