miércoles, 15 de febrero de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 8 - del 5 al 9 de noviembre ( 14 )

Nunca supe por qué interrumpí la apertura de las nueces y me aproximé a la colmena . Paseé lentamente a su alrrededor , moviéndome como recomienda los buenos apicultores : muy despacio , sin bracear y evitando cualquier sonido . La túnica blanca me favorecía . El color negro , al parecer , las irrita . Yo portaba la << piel de serpiente >> , en esta ocasión hasta las clavículas , y eso me tranquilizó , relativamente . Si el enjambre se enfurecía y caía sobre mi cabeza o manos , podía tener problemas , aunque sabía igualmente que el veneno , para que tuviera efectos graves , debería ser inyectado por un mínimo de quinientas africanas . Eso no sucedería , pensé . El torrente estaba allí mismo . Si tuviera la mala fortuna de verme atacado , me lanzaría de inmediato a las aguas . Quien esto escribe , además , no sufria de desordenes cardiovasculares o renales . Estas dolencias sí pueden complicar un ataque masivo por parte de las abejas .
Y el Destino me dejó hacer ...
Se trataba de un elemental barril de madera , trenzado con duelas muy finas , de algarrobo , que daban forma a lo que llamaban << yaciente >> , una colmena rústica , muy común en aquel tiempo . A lo largo de mis correrías por Israel observé miles de ellas , tanto fabricadas en madera , como en paja , arcilla o aprobechando , incluso , los troncos huecos . La de Yehohanan disponía de paneles movibles . Alrededor de once , dispuestos verticalmente y en paralelo . Tal y como había visto , bastaba con abrir la cubierta superior del tonel para extraer los panales y recolectar la miel . Por debajo , supuse , se hallaba la cámara de cría , con el << pollo >> o conjunto de huevos y larvas . Según mis cálculos , en aquellos mometos , a principio del mes de kisléu ( noviembre ) , la colmena podía reunir un mínimo de 28.000 o 30.000 ejemplares . El valle del Jordán , con sus altas temperaturas y la constante floración, era un paraíso para estas laboriosas criaturas . Era muy raro que los enjambres descendieran por debajo de los 20.000 individuos .
Observé atentamente la piquera o entrada a la colmena , practicada en la parte inferior del barril , a cosa de veinte centímetros de la base y en mitad del anillo blanco . Era un agujero por el que entraban y salían decenas de obreras
Autor : J.J.Beniez
Un abrazo
Antonio Martinez

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