miércoles, 15 de febrero de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - tomo 8 - del 5 al 9 de noviembre ( 15 )

Allí permanecían también las guardianas o << policías >> , atentas al reconocimiento de cuantos pretendían entrar o salir . Interceptaban a la pecoreadoras y las palpaban con las antenas , tratando de identificarlas por el olor . Si resultaba ser un extraño, allí mismo era fulminado . Debía , pues , no perder de vista el pequeño y , para mí , peligroso orificio .
Se presentó a los pocos munutos . Al verme tan cerca de la colmena pareció sorprendido . La verdad es que tosos huían , o ponían tierra de por medio , cuando la divisaban , incluido el grupo de sus íntimos o discípulos . Era lógico . Las adan , fácilmente distinguibles por el amarillo rojizo de los tres primeros segmentos del abdomen , son temibles . Sus aguijones son estiletes dentados que , una vez en el interior , deben ser extraídos por la fuerza .
Seguía con la cabeza cubierta . En la mano izquierda sostenía el misterioso saco negro y rígido . De la derecha colgaba una escudilla de madera . Entonces caí en la cuenta : Yehohanan iba armado . Era la primera vez que lo veía con una daga al cinto . Era una sica no muy larga , curvada , devorada por la herrumbre y sin vaina . ¿ Por qué ese cambio ? ¿ Temía por su vida ? Quien esto escribe , supuestamente , era su heraldo número veinte . ¿ Qué podía temer de mi ? Y a partir de esos momentos procuré mantenerme mucho más alerta . Sin querer , una imagen se presentó ante mí . Era la de Jesús de Nazaret . Jamás vi al Hijo del Hombre empuñando una espada o con una daga en la cintura . Nada coincidía en aquellos dos hombres .
¿ Por qué recibió el título de precursor ?
¡ El Hijo del Hombre !
Me hallaba tan lejos de Él que , en esos instantes , pensé que no volvería a verlo . ¿ Fue un presentimiento ? ¿ Por qué me alcanzó aquella absurda idea ?
- ¿ Tienes hambre ?
Fue lo primero medianamente sensato que le escuchaba desde que descendimos a la garganta de los << ratones >> ( aunque lo de << descender >> en mi caso , era mucho decir )
Me encogí de hombros , sin atreverme a reconocer que sí .
- Abrela - ordenó , señalando el barril con el extremo del saco embreado -. Puedes comer ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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