lunes, 13 de febrero de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 8 - del 5 al 9 de noviembre ( 6 )

Aquélla quizá era una excelente ocasión para profundizar en su compleja mente . Nos hallabamos solos . Él , ademas , me consideraba uno de los suyos , bendecido por Dios . Y una mezcla de sentimientos me desconcertó . La intuición estaba avisando. La razón , por otra parte , me dictaba calma . Eran muchas las preguntas que deseaba formularle y , sobre todo , necesitaba despejar una incómoda interrogante : ¿ por qué la obsesión con Elías ? El rudo y aventurero profeta había aparecido en escena hacía casi novecientos años . Su historia , aunque sujeta a infinidad de leyendas y elucubraciones , eran bien conocidas por los judíos . Todos lo consideraban el << brazo armado de Dios >> y el que retornaría , a no tardar , para anunciar la era del Masías libertador . De hecho , en la fiesta de Pascua , los hebreos colocaban una copa de vino sobre la mesa , en recuerdo de Elías , y abrían la puerta , simbolizando así la inminente llegada del que degolló personalmente a más de cuatrocientos profetas y sacerdotes de los dioses Baal y Asera . Elías , para muchos , era el responsable de separar a los puros de los impuros , a la hora de entrar en el reino de Dios . En la época de Jesús , Elías seguía siendo un héroe , aunque sólo supe de un hombre que lo imitara hasta el extremo de vestir , de hablar y de pensar como él . Ese hombre fue Yehohanan...
El menguado afluente escapó de la garganta y corrió más ancho y remansado hacia el Jordán . Yo seguía vadeando y examinando las riberas , empeñado , como dije , en una búsqueda con escasas posibilidades . Pero no todo fue negativo en aquella jornada ...
Más o menos hacia la hora quinta ( once de la mañana ) , la Providencia me reunió con ellos . Ahora , en la distancia , al conocer el final de nuestra gran aventura , sólo puedo asombrarme . La vida de cada ser humano está perfecta y milemétricamente diseñada , desde el nacimiento a la muerte , aunque , naturalmente , no lo sepamos .
Los oí en la lejanía . Alguien daba voces en el bosque . Me aproximé con precaución . Sabía de la existencia de bandidos al este del río Jordán , pero tenía entendido que las partidas se movían más allá de lo que llamaban las << colinas de yeso >> , en el corazón de la Decápolis .
Permanecí un buen rato en la orilla derecha , medio escondido entre el ramaje .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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