martes, 14 de febrero de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 8 - del 5 al 9 de noviembre ( 10 )

orilla del Firán , frente a la cueva uno , y con los pies en el agua . Se cubtía con el chal o talith amarillo .
Me aproximé con cautela , sosteniendo las nueces en los bajos de la túnica . Era todo lo que tenía , junto a media hogaza de pan de trigo , obsequio tambien de la gente de Salem y Meola .
Vadeé el cauce y fui a detenerme frente a él , a corta distancia . No levantó la cabeza . La colmena de colores se hallaba a un paso , sobre la ribera . Oí el zumbido de las abejas . Parte del enjambbre se había lanzado sobre las flores amarillas de los narcisos y los racimos blancos y oscilantes de los tamariscos . Y recordé la escena , cuando se hallaba sobre la pilastra del puente , en el vado de las << Cplumnas >> . ¿ Cómo lo hizo ? ¿ Cómo logró que la masa de abejas se desplazara a su mano y brazo derechos ?¿ Por qué no fue atacado por los insectos ? Como insinué , necesitaría un tiempo para resolver el misterio . Los inquilinos de aquel << barril >> , pintado de sucesivos anillos rojos , azules , amarillos y blancos , eran especialmente agresivos . Se trataba de la Apis Mellifica adansonii , una abeja africana , probablemente transportada desde los oasis de Egipto y la actual Etiopía , famosa entre los apilcutores por su notable capacidad para la producción de miel y también por sus frecuentes ataques y pillajes a otras colmenas .
Aguardé en mitad de las aguas . Yehohanan  no reaccionó . Yo sabía que me había visto , pero continuó acariciando aquel bulto . Era la primera vez que lo veía . Que yo supiera , no formaba parte de su impedimente . Lo que fuera se hallaba guardado en una especie de saco embreado , negro y de un olor fétido . La envoltura en cuestión no superaba el metro de longitud . Era estrecha . Los extremos fueron amarrados con sendas cuerdas de esparto , igualmente teñidas en aquella sustancia oscura y aceitosa .
Yehohanan , como digo, lo mantenía sobre las rodillas y lo acariciaba con los largos dedos de la mano izquierda . Por más que me esforcé , no llegué a imaginar el contenido del saco . No en esos momentos ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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