viernes, 1 de enero de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario ( 45 )

Con una sabiduría envidiable , la Señora esperó unos segundos , antes de proceder a la última tracción . Esta breve pausa, tras la liberación del hombro anterior , permite que el útero se contraiga , frenando así la posiblidad de una peligrosa  hemorragía posparto .
Transcurrido un minuto , María tiró de la cabeza en dirección a la sínfisis  , consiguiendo la liberación del segundo hombro . El parto , prácticamente , estaba consumado . Y la audaz madre del Maestro aspiró suave  y delicadamente  la orofaringe del recién nacido , arropándolo inmediatamente  . Y así lo mantuvo durante algunos minutos , tiernamente apretado contra su pecho, proporcionándole  el calor necesario para que el bebé  , de forma natural , iniciara las respiraciones . A renglón seguido , la nómada  que había  sujetado las muñecas procedió al pinzado del cordón umbilical . Una vez estrangulado en dos puntos  8 el más próximo a cosa de dos centímetros  y medio del abdomen infantil ) , se inclinó sobre el cordón , seccionándolo con los dientes . Y el pequeño fue lavado entre el regocijo de las mujeres  y enérgicamente  friccionado con sal . Por último , la Señora con una cálida luz en la mirada , lo alzó entre sus manos , colmándole de besos  . Y el bebé fue recostado sobre el vientre de la madre . Diez minutos después , precedida de una moderada hemorragia ,la placenta era expontáneamente  expulsada  . María procedió entonces a un masaje uterino  , a traves  de la pared abdominal , aliviando asíel flujo de sangre . Un emplasto de hierbas , de discutible  efeco emostáticom - hizo el resto -  . La hemorragia  , al menos  de momento , había quedado cohibida .
Y las nómadas , seguidas de Mería  , abandonaron la carreta  , anunciando pletóricas la buena nueva . Yo , impotente  y entristecido , permanecí unos minutos junto a la joven , sin fuerzas para reunirme  con mis amigos  . Había cumplido  , sí , el estricto código de Caballo de Troya  . Pero , ¿ a qué precio ?  Y en silencio , a manera de pequeña compensación por lo que no había hecho por aquella desconocidad , lavé su pie herido , inmovilizando el dedo fracturado con un férreo vendaje . Y me dispuse al enfrentamiento con la cruda realidad...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
¡ FELIZ AÑO NUEVO !

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