lunes, 4 de enero de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario ( 64 )

Al quebrarse la cántara , parte  de los dos días  que almacenaba  se derramó en el centro del corral y el líquido negruzco , más ligero que el agua  , llenó el recinto de un olor fuerte y tenaz . Mi aparatosa caída y la súbita aparición de aquella untuosa sustancia , prácticamente  desconocida para los galileos  , contuvo momentáneamente la furia y la marcha de los perseguidores  , intrigados y confusos . Fue lo peor que podía suceder .
A gatas traté de recuperar la << vara >> . pero , al canzarla , una apestosa sandalia se desplomó sobre el báculo , inmovilizándolo en el suelo . Al levantar la vista  me vi rodeado por las descompuestas caras de una docena de aquellos energúmenos . Y entre insultos  , maldiciones y salivazos la emprendieron a bastonazos  y puntapiés contra quien esto escribe  . Creo recordar que mi única obsesión , amén de hacerme con el cayado , fue cubrir mi cabeza ; una de las escasas zonas no protegidas por la << piel de serpiente >>  . En efecto , varios de los violentos  golpes fueron mal contenidos  por mis manos  y brazos . Si una de aquellas bastonadas hacía blanco en mi cráneo , la suerte de la operación y de mi mismo podían podían quedar sentenciadas.
Durante unos segundos , que se me antojaron interminables , la lluvia de palos  fue tan nutrida  como feroz . Estaba claro que , al no haber podido caer sobre mis compañerosde viaje , todo el rencor  y la furia  del posadero y de sus aliados  se derramó sobre mí , con la rotunda y despiadada  intención de masacrarme . Pero los Cielos se compadecieron de este aturdido explorador . Y los efectos de la especial protección que cubría  mi cuerpo no se hicieron esperar . Al impactar sobre piernas , riñones , brazos , espalda  , etc , varios de los bastones se quebraron , llenando de consternación a sus propietarios  . Sin embargo , lo que vino a colmar su confisión fueron los sucesivos destrozos  y roturas en las sandalias y desnudos dedos  de los que optaron por las patadas . Varios  de ellos , con posibles fracturas , terminaron sobre el enlosado , gimiendo y retorciéndose de dolor  . Lo insólito de la escena les hizo retroceder , lívidos por el terror  . Y aquel << ser >> , aparentemente invulnerable  , se alzó en silencio , sin la menor señal de daño . .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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