A mi izquierda , próximo al umbral que había traspasado tan << impetuosamente >> , distinguí a Natanael , recostado en una estera de ojas de palma y reconfortado por sus amigos . Sin las ideas muy definidas respecto a lo que debía o podía hacer , permanecí junto a la puerta , espiando los pausados movimientos del << auxiliador >> . Cuando la mortecina luz , robada al aceite de oliva , fue suficiente para no tropezar , sin prisas , como si el << problema >> de Bartolomé no fuera con él , comenzó a trastear en la mesa de mármol negro que presidía la << biblioteca >> . vertió una carga de aceite ( alrededor de un decilitro : suficiente para unas seis horas y media ) en un candil de yeso , alumbrando el tablero y el desorden que sontenía : redomas , lebrillos y pequellas ánforas de doble mango con hermosas decoraciones rojas y negras sobre fondos blancos , que adiviné repletos de bálsamos , brebajes , polvos , emplastos e inhalaciones . Entre los útiles del << boticario >> llamó mi atención una urna de vidrio , del mejor estilo herodiano , y varias bandejas de arcilla . La primera guardaba dos calaveras y otrosm huesos humanos pertenecientes a una extremidades inferiores . Un << sacrilegio >> como aquél sólo era posible en Galilea ...
En las bandejas , muy apreciadas por los judíos por su escasa absorvencia , que hacía innecesaria la purificación ritual , descansaba el << instrumental >> quirúrgico : cuchillos de piedra , hierro y bronce , sierras cortas y dentadas , afilados escarpelos ( en metal y concha de tortuga ) , tijeras de cirujano , fórceps lisos , etc. Y en uno de los extremos de la caotica << mesa de trabajo >> , dos vaciados circulares , rebosantes de una tinta negra y espesa . Al lado , amarradas en un mazo , las plumas habituales : carrizo ( los calamus ) cortados oblicuamente y hendidos , ancestros de las actuales plumas de metal , y esponjas , indispensables para borrar la tinta .
Cumplida la alimentación y el encendido de la lámpara que gobernaba la mesa , Meir , sin perder la sonrisa que le caracterizaba , se arrodilló ante el enfermo . Encomendó a la mujer su pequeño e inseparable candil y , sin más preámbulos , con movimientos calculados , inspeccionó la mordedura y el edema . Lenta , silenciosa y prudentemente fui acercándome al grupo . No deseaba intervenir . Tan sólo presenciar el quehacer del sanador .
Al tomar el pulso y buscar la temperatura , la paz de aquellos ojos azules parpadeó fugazmente . Pero , al punto , con una sabiduría innaa o aprendida en sus largos años de combate con la enfermedad , se hizo de nuevo con ella , tranquilizando la incisiva mirada de Maria.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
En las bandejas , muy apreciadas por los judíos por su escasa absorvencia , que hacía innecesaria la purificación ritual , descansaba el << instrumental >> quirúrgico : cuchillos de piedra , hierro y bronce , sierras cortas y dentadas , afilados escarpelos ( en metal y concha de tortuga ) , tijeras de cirujano , fórceps lisos , etc. Y en uno de los extremos de la caotica << mesa de trabajo >> , dos vaciados circulares , rebosantes de una tinta negra y espesa . Al lado , amarradas en un mazo , las plumas habituales : carrizo ( los calamus ) cortados oblicuamente y hendidos , ancestros de las actuales plumas de metal , y esponjas , indispensables para borrar la tinta .
Cumplida la alimentación y el encendido de la lámpara que gobernaba la mesa , Meir , sin perder la sonrisa que le caracterizaba , se arrodilló ante el enfermo . Encomendó a la mujer su pequeño e inseparable candil y , sin más preámbulos , con movimientos calculados , inspeccionó la mordedura y el edema . Lenta , silenciosa y prudentemente fui acercándome al grupo . No deseaba intervenir . Tan sólo presenciar el quehacer del sanador .
Al tomar el pulso y buscar la temperatura , la paz de aquellos ojos azules parpadeó fugazmente . Pero , al punto , con una sabiduría innaa o aprendida en sus largos años de combate con la enfermedad , se hizo de nuevo con ella , tranquilizando la incisiva mirada de Maria.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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